El duque de Arjona, el aristócrata con el título más antiguo de España ha concedido una de sus entrevistas más sinceras a la revista Vanity Fair. "Mi madre me dio este ducado en 2013 por los servicios que prestaba a la Casa de Alba. Hacía cientos de años que en esta familia no se daba un título por mérito propio y no por herencia o porque unos y otros se arrancaran los ojos para quitárselo”, afirma.
A su madre la define como "una leona: protegía y admiraba al fuerte e ignoraba al débil. Era generosa con la gente, pero le costaba tratar con los débiles. Valías o al hoyo", confiesa.
Por fin reconoce que su hermano Carlos le pidió que abandonara el palacio de Liria. “Es normal que me tuviera que ir porque ya no era mi casa. Mi hermano no me echó, me invitó a que me fuera y lo entendí porque necesitaba mi zona del palacio para sus hijos”. Lo que sí le dolió fue que lo apartase de la Fundación Casa de Alba, que gestiona el impresionante patrimonio familiar: “Eso sí que fue difícil. Pasé seis meses muy desestabilizado. Era mi trabajo y me dejé la piel para hacer lo mejor para todos, pero sobre todo para Carlos”, aclara.
También se lamenta de su actual relación con su hermana Eugenia: "intenté ser padre, hermano y amigo. Y lo sigo intentando. A lo mejor fallé un poco en todo. Estoy seguro de que cometí muchos errores porque algo se ha roto dentro de ella con respecto a mí. Me gustaría que confiara más en mí como antes", explica.
Problemas económicos
El 1 de enero de 2015 se quedó sin casa y sin trabajo. "Pasé a tener cero ingresos y muchos gastos: los de mis hijos, los de mi ex mujer, la finca de Sevilla, la marca Casa de Alba que aún no genera ganancias…" . Cayetano Martínez de Irujo descubre una época de su vida en la que un mal negocio le hizo pasar penurias. " No podía pagar las facturas de la luz de mi casa con mis hijos y Genoveva dentro. Esa angustia yo la he vivido. Lo único que no he pasado es hambre, todo lo demás sí. Pero jamás pensé que iba a volver a pasar por esto a mi edad”.
Las mujeres
Reconoce Cayetano que se lleva bien con su ex Genoveva y no quiere hablar de su actual relación con Bárbara Mirjan, la joven estudiante de 20 años. "No voy a hablar de ella. Mi vida sentimental ha dado demasiado de sí y ahora quiero que sea solo para mí”.
La falta de afecto materno en la infancia le marcó su vida sentimental. "Confundía el amor con el sexo porque me faltó el afecto de mi madre. Buscaba en las mujeres el cariño que ella no me dio. Con 35 años se lo dijo y fue un shock para ella. "Jesús Aguirre me dijo: “Tu madre ha estado llorando durante dos días”. Le respondí: “No pasa nada, yo he llorado muchos años por esto (…) A partir de ahí mi madre hizo todo lo que estuvo en su mano para recuperar el tiempo perdido”.
Sobre Alfonso Díez, el viudo de su madre asegura que al principio fue difícil para todos aceptarle pero que él es todo lo contrario a Jesús Aguirre: " Alfonso es inteligente, conciliador, amable. Adoraba a mi madre y fue un gran compañero para ella. Yo tengo muy buena relación con él. Los demás no sé…”.