Sabrina Mahí, una malagueña de frondosa y brillante melena rizada llegó al mundo de la televisión en el año 2001 de la mano de la segunda edición del reality por excelencia, Gran Hermano. Se hizo con el premio del concurso y vivió la experiencia al máximo. Tanto fue así que, a pesar de su timidez y discreción, se enamoró dentro de la casa de Guadalix de la Sierra y se dejó llevar por sus sentimientos. Protagonizó una de las primeras historias de amor dentro del todavía entonces desconocido formato televisivo, que usó como eslogan "El primer Gran Hermano del siglo XXI".
Logró conquistar a todo el público y hacerse con la indiscutible victoria. A su salida visitó todos los platós de televisión de la cadena, y también de la competencia, logrando hacerse un hueco en la pequeña pantalla nacional del entretenimiento. Sin embargo, se dio cuenta de que este mundo no era para ella, y poco tiempo después decidió apartarse del ruido mediático para recuperar, poco a poco, el anonimato que tanto extrañaba.
Se enamoró de Ángel Tous y su historia acabó en boda
Sabrina se llevó tres cosas de Gran Hermano. El maletín, el cariño del público y el amor de Ángel Tous (42), hermano del actor Alejandro Tous (42). Todo nació desde la clandestinidad y entre cámaras, pero no se quedó en una simple anécdota de concurso. Y es que a pesar de que la malagueña se mostró bastante reticente durante su estancia en el concurso, el amor pudo con todo y siguió su curso.
Tanto fue así que después de unos meses de convivencia, decidieron dar un paso más y casarse, convirtiéndose en la primera boda entre dos participantes de Gran Hermano. Un acto de lo más romántico que se celebró el 26 de abril del año 2003 y al que acudieron cientos de personas anónimas para ver su salida de la iglesia. A pesar de que intentaron llevar su relación con la mayor discreción posible, lo que parecía un matrimonio idílico terminó en divorcio, que se llevó a cabo en el año 2010 por decisión de Sabrina.
Ambos son padres de un niño en común, y mantienen la cordialidad por el bonito vínculo que les une. Uno de los motivos por los que su historia de amor no prosperó, tal y como se contó en aquel momento, fue que la convivencia terminó por convertirles en simples compañeros de piso. Se les rompió el amor. Sabrina volvió a la televisión después de permanecer casi 10 años apartada del medio, y lo hizo para contar algunos detalles sobre la ruptura con Ángel: "Fui yo quien tomó la decisión porque íbamos por caminos distintos".
Su vida en la actualidad poco o nada tiene que ver con lo que el público conoce y recuerda de Sabrina Mahí. No quiso seguir viviendo de las cámaras. Tras su paso por la casa de Guadalix de la Sierra, se desvinculó por completo de la televisión.
En el año 2010 se marchó a Málaga para embarcarse en nuevos proyectos. Por un lado decidió estudiar Ciencias Ambientales y, como no lo pudo cursar en la Universidad de Málaga, decidió hacerlo a distancia en la UNED. Gracias a esa formación, ha trabajado en un laboratorio, y así lo mostró en su momento en redes sociales.
A finales de 2016 decidió iniciar una aventura empresarial y apostó por emprender lanzando al mercado una línea de perfumes. Aquel proyecto parece haberle ido bien, hasta el punto de llevarle a ampliar el negocio alquilando una nave industrial, tal y como ella misma contó en Twitter. Este ha sido, sin duda, un camino que no le ha resultado nada fácil. "Emprender algo nuevo en la vida siempre entraña un doble reto: soltar lo conocido y atreverse a avanzar por donde todavía no se ve", comentó la malagueña.
Además, según contó en Sálvame, montó su propia página web, en la que vendía bisutería y bolsos. Sin embargo, en la actualidad la web se encuentra cerrada y no se puede acceder a ella de ninguna manera. Por lo que eso hace pensar que las cosas no le salieron como esperaba. Por ello permanece centrada en su trabajo como química.
Su tiempo libre lo invierte en hacer deporte y en escaparse por las playas de Málaga a correr. Lo cierto es que Sabrina Mahí ha sabido reinventarse y elegir una alternativa de vida que le hace muy feliz.
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