Este miércoles por la tarde, la Primera Dama de EEUU llegará a nuestro país. Es la primera visita oficial de un presidente norteamericano y su esposa en 15 años. En la agenda pública de Michelle figuran dos actos oficiales. El primero de ellos será la presentación el jueves por la mañana de su iniciativa Let Girls Learn (Dejemos que las niñas aprendan). Durante el evento pronunciará un discurso en el que compartirá diversas historias de jóvenes que ha conocido en sus viajes a Liberia y Marruecos y animará a seguir luchando para ayudar a los más de 62 millones de niñas en todo el mundo que sin acceso a la educación. También el mismo día mantendrá un encuentro privado con la Reina Letizia; sólo podrán acceder los reporteros gráficos.
Anna Grau, columnista de EL ESPAÑOL que fue corresponsal de ABC en Nueva York, relata en 15 momentos los ocho años de Michelle Obama como la Primera Dama con la personalidad más arrolladora que ha pasado por la Casa Blanca en las últimas décadas.
HUERTO:Pues eso, que de los que éramos los mismos entonces a los que lo seguimos siendo ahora, se ha producido una drástica limpieza de dramatis personae. Hete aquí a la familia real española reducida al mínimo y a la imperial americana vestida un poco de andar por casa (blanca…) pero eso sí, a partir un piñón. El lenguaje corporal se las trae (parecen el huevo kinder con el juguetito al lado…) pero el buen rollo suena genuino. Michelle y Letizia congeniaron y en breve volverán a verse a solas y en privado, esta vez con la astur como anfitriona de la de Chicago.
BOLLYWOOD: No sólo de brócoli ecológico viven la primera dama de Estados Unidos y su cruzada contra la obesidad mórbida (y de la otra) que ha llegado a ser un enemigo nacional más contundente que la extinta URSS, la Cuba de Fidel y el Irán de Jomeini. Mover el esqueleto propio y ajeno ha sido una de las consignas del obamato, revestida en algunos casos de alegre compadreo étnico.
JURAMENTO: Mirando y admirando a su marido jurar por primera vez el cargo en una fría mañanita de enero, bien arrebujada dentro de su abriguito de diseño y teniéndole la Biblia a Barack con guantes. Morados. ¿Se puede ser más feliz? Era el momento mágico en que todo el mundo, hasta ellos, tenían la seguridad de que estaban a punto de hacer Historia…
FAMILIAR: Descalzas y de picnic frente a la tele en el Despacho Oval. Por las caras ya se ve que no están siguiendo en directo la captura de Bin Laden sino cualquier partido de la NBA de esos que ennirvanan al todavía presidente de EEUU pero a su señora juraríamos que no tanto. En fin, más cornadas da una final de la Champions, y si te puedes ir secando las uñas de los pies mientras tanto…
VIDA SANA: ¿Han visto Marte? ¿La peli del astronauta dejado atrás por la NASA y por error en el Planeta Rojo que sobrevive plantando un huerto MUY ecológico, cultivado con sus propias heces y con las de sus compañeros? Michelle Obama nunca ha llegado a tales extremos pero sí se ha tomado muy pero que muy a pecho su famoso huerto en los jardines de la Casa Blanca, a ver si sus compatriotas se animan a comer más verde. Aquí, trasplantando unas coles chinas.
EN FORMA: Decían los pelotas cuando su marido acababa de ganar las elecciones que ella tenía los brazos mejor tonificados del mundo… Bueno, mazas, lo que se dice mazas, sí está. Desde luego no entran ganas de exponerse a un guantazo suyo. Y a un codazo, pues la verdad que tampoco.
CÓMPLICES: Marcando tendencia y haciendo furor con su Barack en lo más alto de los anuncios luminosos de Times Square. Cada vez que se han besado en estos años ha subido el pan. La primera salida privada de los Obama ya presidentes fue precisamente a Manhattan. Fueron a ver un musical y cenaron luego en el Blue Hill, un restaurante del Village cuyas ensaladas (ciertamente fabulosas…) pasaron a cobrarse a precio de oro. Los filetes ya ni te cuento.
TELEVISIVOS: Barack y Michelle Obama amorrados a los pechos televisivos de Oprah Winfrey, la verdadera primera dama de color de Estados Unidos. No quita ni pone presidentes pero en este caso poco le faltó. De bien nacidos es ser agradecidos y los Obama han ido a su programa siempre que a ella le ha dado la gana y más. Además los eternos problemas de peso de Oprah garantizan que cualquiera a su lado parezca una sílfide. Así da gusto y no como si te entrevista Susanna Griso. Atención a la audacia de Michelle luciendo pantorrilla y hasta rodilla.
ELEGANTES: Anécdota autobiográfica: se me ve a mí (quien esto firma) andando un día por la calle 42 de Nueva York y dándome de manos a boca con Margarita Robles, magistrada y reciente candidata del PSOE, mujer de probados gustos clásicos en materia de vestir. Me la encuentro, para ser precisos, hecha polvo: "¡una amiga me ha dicho que mi estilo es elegantísimo, que le recuerda al de Michelle Obama!". Que el cielo la juzgue. A Michelle y a la ¿amiga? de Margarita.
MARCHOSA: Bailando para otra diva de la televisión, en este caso la musa lesbiana y sagacísima entrevistadora Ellen Degeneres. Obsérvese el inmenso potencial exclusivamente femenino de la imagen. Michelle tiene fama de carca pero también de marchosa. Igualita que Barack, incapaz de romper un plato pero que de joven llegó a fumarse algún porro y encima va y lo cuenta en sus memorias. Qué hombre.
SOLIDARIA: Ahí donde la ven, Michelle es hija de un negro pobre y enfermo de Chicago que se dejó pues eso, el alma y la salud para mandar a sus dos hijos a Harvard. Donde ella no sólo hizo un carrerón sino que ligó con el futuro presidente de EEUU… Se comprende que la señora Obama tenga una fe ilimitada en la educación de la mujer y la promueva con todas sus fuerzas. “Dejad aprender a las chicas”, sin duda es un pedazo de lema. Aquí encandilando a una rubia que no parece la primera de la clase pero quien sabe si a base de codos… Pronto Michelle hablará del tema con otra marisabidilla con coraje: Letizia de Borbón.
DIPLOMÁTICA: Audiencia en Marivent, con los antiguos reyes y la antigua princesa de Asturias (que no es la que lleva el tutú amarillo). Nosotros, los de entonces ya no somos los mismos casi ninguno. Por lo menos aquí se escenificó que España dejaba de ser una nación castigada de cara a la pared, la Galia de Astérix (pero sin Astérix) de las primeras vueltas de la Era Zapatero.
MANDELA: Los ancestros africanos de Michelle son mucho más remotos que los de Barack pero en cambio él no desciende de esclavos. Ella sí. Se entiende su expresión conmovida en esta foto al conocer en persona a Nelson Mandela. Quién le iba a decir entonces que en el funeral del mítico luchador sudafricano tendría que echarle la bronca al marido por coquetear con otra mandataria, menos mundial pero blanca, rubia y nórdica. Si es que a la que te despistas…
LAS TRES MUSAS: No son los ángeles de Charlie, ni las novias de los gángsters de Reservoir Dogs, ni las Spice Girls. Son las chicas de Barack, vestidas para matar o cuanto menos para quitar el hipo. Black power saliendo hasta por las orejas. ¿Se acuerdan de la foto de familia con las hijas de Zapatero? Gótica es la que puede, y la que no, románica tardía y va que arde…
ENAMORADOS: Y acabamos con una estampa romántica de la que fue pareja del año y del siglo pelando la pava, precisamente al atardecer de un aniversario de boda en que él le regaló flores y la sacó a cenar y ella no tuvo que arrepentirse de no haberse puesto muuuucho más seria la primera vez que le pidió que dejara la política…