Cuando la reina consorte Letizia (44 años) declinó la semana pasada la invitación a Arabia Saudí probablemente también pensaba en una de las ventajas de no ir era evitar convertirse en el centro de todas las miradas y en blanco, por tanto, de todas las críticas.
A falta de royal en el viaje oficial de este fin de semana, los ojos se han puesto entonces en la otra mujer que acudía al polémico país que escasa consideración tiene al género femenino.
María Luisa Poncela (56), secretaria de Estado de Comercio desde el pasado mes de noviembre, acompañaba a la comitiva de corbatas y gemelos en la que se encontraba el propio Felipe VI (48).
Aunque la recomendación -no es una exigencia ni forma parte del protocolo- de las autoridades saudíes es que las mujeres extranjeras que acudan al país vistan con la tradicional túnica negra llamada abaya así como con el velo cubriendo la cabeza, lo cierto es que Poncela obvió la recomendación en los actos oficiales que se llevaron a cabo en el interior de los edificios y optó por seguir su línea estilística, que no pasó desapercibida.
La colorida vestimenta que lució unida al largo -o corto- de su falda han levantado no poca polémica, y eso que la delegación oficial que visitaba el lugar consultó previamente el asunto a las autoridades saudíes, que aceptaron de buen grado la decisión, lejos de tomarse el gesto como una ofensa o una provocación.
De hecho, fuentes de la Embajada aseguran que en ningún momento se dio importancia al hecho y que para las autoridades de uno y otro país el asunto ha pasado prácticamente desapercibido.
Las polémicas siempre acompañan a las mujeres en las visitas oficiales a este país. Así, en el año 2015 fue Michelle Obama la que optó por no cubrirse la cabeza con el velo, cuyo gesto criticó sobremanera la prensa saudí. También la ministra alemana de Defensa hizo lo propio meses después. En aquel momento, curiosamente, las autoridades del país habían repartido abayas en las habitaciones de las mujeres periodistas que acompañaban a la germana.