El afán de la familia Middleton por encontrar un lugar acomodado en el seno de la sociedad británica es de sobra conocido. Con Kate (35 años) asentada en la familia real y Pippa (33) a punto de casarse con el financiero y nuevo rico James Matthews, únicamente faltaba el benjamín del clan -y el más ambicioso de los tres-, James (29) por hallar su lugar. De ahí que decidiera continuar por la misma senda empresarial que sus padres, aunque en su caso optó por los dulces, en lugar de los productos de fiesta.
Pero no le ha ido como esperaba. Las dos empresas que montó, una dedicada a los pasteles y cupcakes y la otra a las nubes y malvaviscos, están prácticamente en la ruina. Tal es así que una de ellas, Nice Group London, creada en 2011 por el hermano de la duquesa de Cambridge, tendrá que cerrar en dos meses, concretamente a principios de mayo.
Lo cierto es que la empresa, especializada en cupcakes, llevaba tres años en números rojos -en 2014 y 2015 se duplicaron las pérdidas- y sumaba en 2015 una deuda que superaba los 50.000 euros, según Daily Mail. Un familiar de Middleton, del que se desconoce su identidad, ha sido el que ha intentado reflotar el negocio aportando un sobregiro bancario a fin de poder paliar la situación. Aunque son muchos los que han pensado en la duquesa de Cambridge, todo apunta a que se trata de un tío de James, el mismo que le prestó 12.000 euros para poner en marcha su primera empresa hace ya unos años.
El hermano pequeño de Kate ahora centra todos sus esfuerzos en la otra empresa, en este caso especializada en la producción de nubes y malvaviscos. Una caja con fotografía y mensaje personalizados y 9 chucherías de este tipo tiene un precio de partida en el mercado de 17 euros.
Boomf (así se denomina la compañía) tampoco funciona mucho mejor, y eso que cuenta con el respaldo del prometido de Pippa, que invirtió más de 100.000 euros en casi 13.000 acciones de la compañía, puesta en marcha en 2013. Las pérdidas fueron ya de 1,1 millones de euros sólo en 2015. El hermano de Kate decidió meses más tarde pedir un préstamo de cerca de 600.000 euros, pero eso no ha bastado para que la empresa lograra levantar el vuelo.
Enfrentado con su hermana
Si los negocios no sonríen al pequeño de los Middleton, en el amor sin embargo parece tener más suerte, aunque eso le ha acarreado algún que otro quebradero de cabeza a su hermana Pippa.
Después de varias idas y venidas, la relación de James Middleton con la presentadora Donna Air (37) se ha estabilizado, sobre todo después de la última ruptura, después de la cual Air tuvo que huir a los Alpes para recuperar la calma por culpa de sus ataques de ansiedad. La presentadora permaneció en una exclusiva clínica austríaca cerca de una semana. Pagó por ello más de 1.000 euros.
Semanas después de aquel suceso, James y su pareja estarían ya barajando pasar por el altar, algo que ha molestado sobremanera a Pippa, quien prepara desde hace meses su ostentosa boda y no quiere que nada ni nadie la eclipse, tal y como apuntan los medios británicos.