Corría el año 2005 cuando los entonces príncipes Felipe (49)y Letizia (44) viajaban por primera vez a Japón. Por aquel entonces hacía un mes que habían celebrado su primer aniversario de boda y esperaban la llegada de la princesa Leonor (11). Ahora 12 años más tarde han regresado al Imperio del Sol Naciente y lo han hecho convertidos en reyes. Tras ser despedidos en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid con todos los honores, los monarcas se han subido al avión de las Fuerzas Armadas que les ha traslado hasta Tokio donde han sido recibidos por el viceministro parlamentario de Asuntos Exteriores de Japón, Motome Takisawa, y los respectivos embajadores, Gonzalo de Benito y Masashi Mizukami, entre otras personalidades.

Lo primero que ha llamado la atención a su llegada ha sido el rostro de la reina donde han quedado patentes las 12 horas de vuelo y los 10.781 kilómetros de distancia que separan a Madrid de Tokio. Además su cara también ha evidenciado algunos nuevos retoques estéticos que podría haberse hecho con los pómulos mucho más marcados y unos labios más definidos. Para la ocasión, Letizia ha rescatado de su armario el abrigo de Hugo Boss de lana bicolor, que ya llevó durante su visita a Agroexpo (Badajoz), a finales de enero. Lo ha combinado con una falda lápiz de cuero en negro con un jersey de punto del mismo color. Como complementos se ha decantado por unos salones y una cartera de Carolina Herrera New York. Este mismo conjunto es el que ha lucido a su salida de la capital española pero con un trench en color tierra. El rey por su parte ha optado por un traje de chaqueta y pantalón en color azul marino y una corbata en morado.

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La visita de Estado se prolongará hasta este viernes 7 de abril con una apretada agenda en la que Felipe VI y Letizia se estrenarán con una ceremonia de bienvenida en el Palacio Imperial, donde serán recibidos por los Emperadores Akihito y Michiko. Eso después de isitar el museo Miraykan y reunirse con la colectividad española en Japón. También tendrán tiempo para viajar hasta la ciudad de Shikouza, donde visitarán el milenario templo sintoista de Senjen Jinja.

SU PRIMER VIAJE A JAPÓN

El 3 de junio de 2005, Felipe y Letizia aterrizaron por primera vez en Japón y lo hicieron también en un avión de las Fuerzas Armadas, pero provisto con dos habitaciones con cama y un médico por si la por entonces princesa tenía alguna complicación en su embarazo. El cambio físico de la reina, desde entonces hasta ahora, es evidente. La cirugía plástica y las operaciones de estética han servido a la reina para frenar los los signos naturales del paso del tiempo, una cuestión que parece es una de sus grandes preocupaciones.

Su look con el paso de los años también ha evolucionado. Un vestido en blanco nuclear y otro de premamá en color rojo fueron los elegidos por la entonces princesa de Asturias para su debut en el país nipón.

Los años también han pasado por Felipe VI, a quien su barba canosa le da un aire mucho más maduro y de rectitud, que en sus primeras visitas oficiales como príncipe.