La primera vez que el entonces príncipe Felipe (49 años) estuvo a punto de morir era tan sólo un marino que navegaba en el Juan Sebastián Elcano por el Atlántico rumbo a San Salvador de Bahía. "Uno de los ejercicios rutinarios tuvo un mal final", comienza explicando Jean Chalvidant, autor de la nueva biografía sobre el monarca que verá la luz el próximo martes únicamente en Francia.
"El comandante Martí Narbona da orden de bajar una lancha al mar, con ocho alumnos y el entonces príncipe", prosigue el escritor en conversación con EL ESPAÑOL. "Entonces a uno de ellos se le escapa una cuerda y se quedan suspendidos en el aire, volcados sobre el mar a la altura del buque. Seguidamente, los nueve caen al agua y es entonces cuando se piensa que la lancha ha caído sobre la cabeza del príncipe, algo que no pasa por unos centímetros. Nadie resultó herido, pero fue un gran susto", concluye mientras se dispone a contar el segundo de aquellos incidentes que en su momento le fueron ocultados a la reina Sofía (78) a fin de ahorrarle un disgusto.
"Franco había prohibido años antes al príncipe Juan Carlos (79) que pilotara solo precisamente para evitar este tipo de accidentes que hubieran podido ser mortales. Y con Felipe no se quiso preocupar a la reina", explica el hispanista.
¿Y el segundo? "Fue un año más tarde, durante sus prácticas de aviador en la Academia de San Javier, cerca del Mar Menor. En un ejercicio con el capitán Quintanilla en un Mentor T-17 (se refiere probablemente al Beechcraft T-34 Mentor E 17 de fabricación americana de 1948), después de haber logrado su suelta -que consiste en volar solo- Felipe no ve nada porque tiene una capucha sobre la cabeza. Ambos están en la última fase de vuelo con instrumentos y han de confiar el uno en el otro y no en su visión. El ejercicio es difícil y consiste en bajar en picado 20.000 pies antes de hacer una curva y aterrizar. Pero al caer se oye como un golpe, un chasquido, un ruido ensordecedor. Y tienen la impresión de que el avión va a estrellarse en mil pedazos. Así que, enseguida, Quintanilla da al príncipe la consigna de prepararse para saltar. Sin razón, el Mentor se estabiliza y aterrizan. La conclusión de Quintanilla es clara: El asunto, grave, ha estado causado por la presencia de un bloque de hielo sobre la cabeza del avión", zanja Chalvidant.
Los amores desconocidos del rey Felipe
Pero no sólo de accidentes del rey Felipe vive la incipiente biografía. Hay más datos que podrían hacer temblar los cimientos de Zarzuela, y eso que en principio no está prevista su publicación en España. El autor, que lleva a sus espaldas ya siete libros sobre política, terrorismo y realeza en nuestro país, se atreve a poner nombre a algunas de las mujeres que habrían pasado por la vida del actual monarca, al margen de Isabel Sartorius (52), Gigi Howard y Eva Sannum (41).
"Todo el mundo piensa en esas tres novias de su juventud. Pero hubo otras, empezando por Victoria Carvajal y Hoyos, Vicky, hija de Jaime Carvajal y Urquijo, marqués de Isasi. Otras, verdaderas o supuestas, entrarán luego en su vida: las mexicanas Bibiana Corcuera y Marcela Cuevas (que se casará con el cantante Leonardo de Lozanne), la canadiense Yaseen Ghauri, Tatiana de Liechtenstein (la favorita de la reina Sofía), su prima Victoria de Borbón Dos Sicilias, Carolina de Waldburg, la checa Alicia Krezjlova, Lady Gabriella Windsord (hija del príncipe de Kent), Diana Martínez-Bordiú Aznar (prima de Alfonso de Borbón), Flor de María Valero Pérez-Jiménez (nieta del dictador venezolano) o Anna Jussil, que conoce en un cumpleaños de Victoria de Suecia (39). Algunos incluso creen en una versión moderna y novelada de Grace Kelly con Gwyneth Paltrow (44)", desgrana el autor, para quien este libro no ha sido tarea fácil.
"El rey es un rey normal, pero sobre todo desconocido. Y en Francia no saben gran cosa de él, sólo que es alto y la reina, bella. Por eso he tardado dos años: uno para investigar, hablar con gente y ordenar los datos, y el otro para escribirlo", explica Chalvidant, quien ha aprovechado para incorporar a su obra algunos episodios relativos al rey Juan Carlos, como su fortuna, la muerte accidental de su hermano Alfonso y su relación con Corinna. "No soy de los que se callan o se esconden, y antes de escribir una línea verifico y vuelvo a verificar. Lo que hay aquí es un tono libre y ninguna ocultación. Llevo más de 50 años estudiando estos temas", sentencia.
Por eso no le sorprende el aluvión de libros que en los últimos años han proliferado acerca de los miembros de la Familia Real y, sobre todo, de la reina Letizia (44), quien en los próximos meses será testigo de una nueva obra sobre su etapa en México. "Francamente, se sabe ya todo del pasado de la reina. ¿Qué va a contar el libro? Que tomaba tequila y fumaba un poco de todo, eso ya está en mi libro. ¿Que tuvo algunos romances, entre otros con un hombre casado que se divorció por ella? Igual, está en mi libro. Vivo una gran parte del año en México y he recorrido sus pasos en Guadalajara. Y de lo que escuché, vivió la vida normal de una chavala de 20 años atrevida, guapa y libre", responde con cierto pesar.
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Chalvidant ha cogido carrerilla -y gusto por la Familia Real española-. En estos momentos, mientras tiene lugar esta entrevista, ultima su siguiente libro, también sobre la dinastía de los Borbón en España, y que verá la luz a finales de este mismo año. Aunque esta obra será más genérica y menos personificada, pues recorrerá desde Felipe V hasta la princesa Leonor (11), incluyendo el momento de la proclamación de Felipe, cuando un hombre se grabó apuntando con un rifle al monarca para demostrar que las medidas de seguridad no eran tales.
"Si comparamos a Felipe VI con sus antepasados, resulta evidente que hemos entrado en otra época, más formal, rígida y responsable (...), aunque hay mucho que decir y escribir sobre el antiguo rey. A pesar de todo, la Institución va bien porque ha sabido adaptarse a su tiempo, no intervenir o influir en lo político y respetar al pueblo. El lavado hecho por Felipe era indispensable, porque Juan Carlos había perdido el sentido común. Felipe hasta hoy no ha hecho gran cosa, salvo la crisis de gobierno del año pasado. Es en los huracanes donde se revelan los grandes capitanes. Un día se sabrá si el rey es parte de ellos".
Mientras esto se produce, únicamente cabe esperar si alguna editorial hace hueco al libro en España, algo que a Chalvidant le agradaría sobremanera. De momento, no le consta que eso haya pasado ni tampoco que la Familia Real esté al tanto de su publicación, es decir, no es una biografía autorizada. "No suelo tener contacto con los protagonistas de mis obras para no caer en la simpatía o antipatía. Lo que sí me gustaría es saber después si han entendido lo que he escrito sobre ellos. Espero que el rey se reconozca en este retrato tan documentado, honesto e imparcial. Pero si me invita, que sepa que no me gusta el gin tonic con manzana", concluye divertido.