El misterio ya ha sido resuelto. Han hecho falta casi tres años para que la reina Letizia (44 años) disfrutara, al fin, de su renovada imagen en el Museo de Cera de Madrid. Ha sido la propia galería la encargada de dar a conocer una figura que ya fue adelantada por EL ESPAÑOL a finales del pasado verano.
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Los técnicos trabajaban a contrarreloj desde hacía meses, ya que en un principio se preveía que la figura estuviera lista en otoño. Pero lo cierto es que otros imprevistos retrasaron la renovación de la royal y ha sido ahora cuando han podido verse los resultados, muy similares a los que se preveían.
La figura de la reina viste de gala, con un vestido largo de encaje en negro, una tiara y el pelo recogido -se han injertado 1750g pelo por pelo-. La duda de si se optaría por un diseño de Felipe Varela (49) o de Carolina Herrera quedaba también resuelto este martes, inclinando la balanza a favor del modisto de cabecera de la esposa de Felipe VI (49), aunque en un principio estaba previsto que se optara por el de manga corta. "A última hora cambiamos de opinión y decidimos protegerle un poco los brazos porque al ser cera se arañan fácilmente. Además, es más elegante", cuenta a EL ESPAÑOL Gonzalo Presa, responsable de comunicación del museo.
La tiara, fiel reproducción de la de Letizia
En cuanto a la tiara, ésta se ha mandado confeccionar basándose en la que le regaló el rey Felipe por su aniversario de boda. Conocida como 'tiara Ansorena', no pertenece a las llamadas joyas de pasar que heredan las reinas, sino que es suya. De ahí que el museo no haya dejado nada al azar y haya optado por esta pieza significativa, que ha elaborado la empresa La Parisién en mes y medio. Es la tercera figura de cera de Letizia que reproduce el museo desde que entrara a formar parte de la vida en palacio.
La galería ha aprovechado la coyuntura y ha sometido a la figura del monarca a un lavado de cara. Así, tras un proceso de limpieza y maquillaje, vuelve a lucir como el primer día. El uniforme, elaborado en la sastrería militar El Corte militar, también ha pasado por la tintorería.
Para completar la renovación, el museo ha incorporado el repostero con las armas del rey Felipe retirando el anterior, correspondiente a su condición de príncipe de Asturias y sustituyéndolo por su nuevo escudo y el color carmesí, propio de su real cargo.
Las que tendrán que esperar, por el momento, son las hijas de los reyes. Hasta que no jure Leonor (11) no se procederá al cambio de figura de la princesa de Asturias y a la creación de la de su hermana, la infanta Sofía (9).
Por el momento, el muse ya trabaja en la próxima figura de Melania Trump (46). Además, a lo largo de este mes los técnicos tomarán medidas al actor Jorge Sanz (47) y en mayo le tocará el turno al patinador Javier Fernández (25). Ambos contarán con sus propias reproducciones en cera a tamaño real a lo largo de este año.