"¿Quién es esa mujer que parece tiene frío?". Los invitados a las celebraciones por el 80 cumpleaños del rey Harald de Noruega (80 años) no paraban de preguntarse por la identidad de la dama alta, morena, de pelo castaño, que enfundada en un vestido rojo asimétrico y en una diadema dorada saludaba desde el balcón del Palacio Real de Oslo. Se sentía como pez en el agua rodeada de otros royals suecos, pero su cara no resultaba familiar a ojos del pueblo noruego. La razón de que eclipsara incluso a los anfitriones de la fiesta no respondía solamente a lo extraño de su presencia allí, sino a la ausencia de ropa interior, lo que marcaba claramente algunas partes de su anatomía.
Se trata de la belga Désirée Kogevinas (39). Es la hija del griego Nicos Eletherios Kogevinas y de la sueca Madeleine Ingerborg Ella Astra Elsa Bernadotte, condesa Bernadotte y prima de Harald. Casada desde 2008 con Justin Michael Oliver Rosenorm-Lanng, es prima segunda de Haakon de Noruega (43) y también mantiene vínculos con Victoria de Suecia (39), de ahí que posara en el balcón real con parte de los miembros de la familia real sueca.
Pese a sus relaciones con la realeza europea, lo cierto es que Kogevinas no ha heredado ningún título. Eso lo le impidió, sin embargo, pemanecer en el balcón real junto a su familia lejana. Los títulos que sí posee la joven son los de Literatura Francesa por la Universidad de La Sorbona, tal y como se refleja en su currículum profesional.
Su decisión de prescindir de la parte superior de la ropa interior le jugó una mala pasada debido al frío, fundamentalmente. El vestido dejó poco a la imaginación y parte de su anatomía al descubierto, acaparando todos los flashes, quizá de forma involuntaria, y logró eclipsar a los propios protagonistas de la cena posterior, Harald y su esposa Sonia (79), que adelantó unos meses la celebración de su cumpleaños para coincidir con la de su marido.
El suceso podría haber quedado en mera anécdota. Sin embargo, la magnitud y relevancia del evento lo elevó hasta el escándalo por tratarse de un error de protocolo inadmisible en una cena de gala real de este tipo, tal y como apunta la prensa europea, que se ha hecho eco del hecho. A los medios británicos, alemanes, noruegos y suecos no les ha pasado desapercibido un descuido que acaparó también los temas de conversación de la cena de cumpleaños, tanto del martes como de días sucesivos.
La otra anécdota: la misteriosa barba de Haakon
Otro de los temas más comentados de la primera jornada de celebraciones por el cumpleaños de Harald fue lo ocurrido con la barba de su hijo Haakon. Durante el saludo inicial desde el balcón y en la primera parte de la cena, el heredero lució su habitual barba castaña. A mitad de la velada, decidió ausentarse unos minutos para afeitarse, algo que en un primer momento llamó la atención y dejó desconcertados a muchos de los asistentes.
La única explicación a este hecho la daba un fotógrafo de la edición británica de la revista Hola. "El príncipe se quitó la barba como parte de la animación durante la cena de gala".