"No te había reconocido. Me dejas pasmada", comentaba una sorprendida Letizia (44 años) justo después de que un hombre con un look rockero y una niña pequeña en brazos reclamara su atención. Ocurría en mitad del paseo de coches del madrileño parque del Retiro ante la mirada atónita de los cientos de curiosos que habían desafiado el agobiante calor para acudir a la inauguración de la Feria del Libro de Madrid. Ni siquiera Felipe VI (48) se había percatado de la parada de su esposa, que charló emocionada unos minutos con aquel hombre, que no era otro que un compañero suyo, tal y como reconoció ella misma a su responsable de prensa.
Después de ponerse al día, la reina continuó con el recorrido por las casetas de la Feria acompañada de su marido, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, (73) y el presidente de Portugal, Marcelo Rebeló de Sousa (68). Letizia eligió para la ocasión un conjunto en tono hueso con los complementos en rojo.
Quizá debido a la combinación de su atuendo, un grupo de jóvenes que se amontonaban para verla no pudo evitar referirse a ella con un "aúpa-leti", expresión que rápidamente desencadenó las carcajadas de aquellos que estaban a su alrededor.
Más de una hora permanecieron los reyes bajo el implacable y agobiante sol de Madrid recorriendo decenas de casetas e interesándose por muchos de los libros. Uno de ellos, concretamente, llamó especialmente la atención de Letizia por su temática. Se trataba del ejemplar escrito por el actor Nacho Guerreros (46), conocido por su papel en la serie La que se avecina. Según contó la propietaria de la caseta en cuestión, los reyes quisieron pagar éste y otros libros por los que se interesaron pero la editorial se los entregó como obsequio. "Para una oportunidad que tenemos de hacerlo... si lo hacemos con otras personas, ¿por qué no íbamos a regalárselos a ellos?", comentaba.
Mientras tanto, uno de los militares que trabaja para la Casa se encargaba de portar una enorme bolsa de tela en la que iba incorporando todos los ejemplares que recibían los reyes. En un momento del recorrido, la reina se quejó de que no le dejaran pagar y afirmó que tenía que ir por su cuenta si quería que le permitieran abonar el dinero de los libros que se llevó.
Otra de las anécdotas de la jornada la protagonizó una de las trabajadoras de una caseta, la que engloba libros bajo el epígrafe de una conocida cadena de restaurantes. Con un libro sobre los reyes de España de todas las épocas bajo el brazo perseguía a Felipe y Letizia a lo largo de todo el recorrido. "Yo lo que quiero es que me lo firmen, que estamos todas locas con tener su autógrafo". De poco le sirvieron sus súplicas y gritos a los monarcas, pues finalmente se marchó a su caseta con el libro, pero sin las firmas.
[Más información: El polémico libro sobre Letizia que no encontrará en la Feria del Libro]
Las 'gruppies' del rey Felipe
Normalmente es la reina Letizia la que suele acaparar flashes y piropos en sus actos públicos, pero esta vez tuvo que ceder casi todo el protagonismo a su marido, que causó una auténtica conmoción entre un grupo de mujeres jóvenes cuya única aspiración era tocarle la mano. "Si me la da me muero. Prefiero a Felipe antes que a Justin Bieber (23), fíjate lo que te digo", explicaba una de ellas a EL ESPAÑOL. Como si el rey hubiera sido testigo de la conversación, se acercó hasta ellas y les tendió la mano. "¡Ay, ya no me la lavo más! Y encima la da con fuerza. Qué emoción".