Los peores rumores que hace unos días levantó la reunión de urgencia en Buckingham Palace han resultado ciertos: al menos en televisión, la reina Isabel II (91 años) ha muerto. Así comienza, en efecto, King Charles III, la adaptación a la pequeña pantalla de la obra teatral homónima que la BBC estrenó hace una semana.
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Cargada de ecos shakesperianos (los personajes hablan en verso e incluso se aparece un fantasma en palacio), la miniserie narra la consiguiente subida al trono del príncipe Carlos, que ya en la Abadía de Westminster, recién enterrada su madre, se muestra impaciente de ser coronado rey. “¡Por fin!”, suspira aliviado. “Mi vida ha sido la lenta espera del trono”.
Pero la tranquilidad le dura poco. En su primera audiencia con el primer ministro, Carlos III decide mostrar menos dócil que su predecesora y se niega a firmar un proyecto de ley que restringe la libertad de prensa, provocando así una fuerte crisis constitucional. Una salida del tiesto que, si nos atenemos a la vida real del personaje, no resulta tan descabellada como podría pensarse: en 2015, se publicaron unas cartas en las que el principe de Gales trataba de presionar al Gobierno de Tony Blair (64). Se interesaba Carlos en estas misivas, entre otros asuntos, por la política agrícola, los problemas de los trabajadores del sector lácteo e incluso la dieta de los alumnos de un colegio del país. Si de verdad llega un día al trono, cabe esperar que dé mucha más guerra que su madre.
Aparte de esta trama tipo House of Cards, la película es un verdadero festín para los fans de la familia real británica: el fantasma de Lady Di se aparece en un salón de Buckingham, Camila (69) abofetea al príncipe Guillermo (34) y el príncipe Enrique (32) se enamora de una joven republicana. Más polémico es el retrato que la película hace de Kate Middleton (35), a la que le toca hacer el papel de una moderna Lady Macbeth que empuja a su marido a enfrentarse al rey.
No obstante, parece ser que lo que más ha escocido en Inglaterra ha sido la toma del féretro de Isabel II. Y es que, como se dice en la propia película, tal vez sea ella la que haya mantenido al país unido todo este tiempo; o al menos eso creen muchos. El pasado 6 de febrero, la reina cumplió 65 años en el trono. Isabel II es una de las figuras más respetadas por la sociedad británica y son muchos a los que no les ha gustado que se escenifique con el fallecimiento de la reina. Las quejas no se han hecho esperar.
Pero si esta serie arranca con Con mayor preocupación verán los defensores de la Corona británica la próxima temporada de Feud, que, según anunció su creador, Ryan Murphy, se centrará en el matrimonio del Príncipe Carlos con Diana de Gales. También la exitosa serie de Netflix The Queen promete alargarse hasta tratar este turbulento episodio de los Windsor. Al fin y al cabo, Lady Di sigue siendo el fantasma que más asusta en Buckingham.