Que a Froilán (18 años) le encanta disfrutar de las salidas nocturnas con sus amigos no es ningún secreto. Tampoco es ningún pecado, al contrario, es una estampa típica de los fines de semana en cualquier ciudad. Los adolescentes y jóvenes copan las discotecas, y el nieto de los reyes eméritos no iba a ser menos. El pasado sábado retomaba sus rutinas fiesteras, pero, además, esta vez fue protagonista de un final de película.
Tal y como ocurre con los largometrajes más románticos, la noche también acabó con un beso. El hijo de la infanta Elena (53) y Jaime de Marichalar (54) pasó el sábado en compañía de unos amigos con los que acudió al local del Teatro Barceló donde se quedó hasta que echaron el cierre a las seis de la madrugada. El joven no salió con el grupo con el que entró, pero sí junto a una acompañante muy especial.
Froilán paseaba por las calles madrileñas cuando el sol ya amenazaba con salir y despertar a la población de la capital, pero a él lo único que le importaba era atender a la joven con la que compartía el paseo. Tras unos minutos caminando, dejando ya bastante atrás el tumulto de la gente que salía de la discoteca, la pareja, que caminaba algo distanciada, decidió acercarse, un gesto que terminó con un apasionado abrazo, con arrumacos mutuos y con un tierno beso, según ha publicado Vanitatis.
Aún quedaban algunos jóvenes alrededor cuando se fundieron en esa bonita escena, pero Froilán no se preocupó por ellos e incluso se quitó la gorra, con la que siempre viste para intentar pasar desapercibido. Rodeó a la chica con sus brazos y ella se agarró a la cintura del joven, quien vestía camisa blanca y vaqueros.
Observando las imágenes resulta imposible descubrir quién es la misteriosa chica. Podría tratarse de Marta, la joven con la que se le relaciona desde hace unos meses, y con la que podría mantener un discreto noviazgo. Pero en vista de las imágenes, la pareja ya no ocultaría su relación a los ojos indiscretos de los curiosos o los medios.
Y es que hace unas semanas también se le vio disfrutando de la compañía de una morena por el barrio de Salamanca, compartiendo muchas risas y acercamiento físico. Se desconoce si todas las escenas están protagonizadas por la misma chica o si son compañías diferentes.
En aquella pasada ocasión por el centro de Madrid no solo disfrutó de acompañante femenina sino también de un gran manjar algo extraño en el que mezcló fuet con donuts y comida mexicana. Pero sin duda el mejor sabor de boca con el que acabó cualquier noche fue la del pasado sábado con esa joven a la que besó.