Este viernes se producía una escena inédita: Felipe VI (49 años) se dejaba ver en el Palco Real de la madrileña plaza de toros de Las Ventas. Es la segunda vez que lo hace desde que asumiera las funciones de rey de España, aunque la primera que preside una corrida de toros, algo hasta ahora reservado casi en exclusiva a su padre, el rey Juan Carlos (79), gran aficionado a la fiesta taurina.
Lo cierto es que ni el actual jefe del Estado ni la reina Letizia (44) son amantes del toreo. Tampoco la reina Sofía (78), animalista convencida. Sólo el monarca emérito y su primogénita, la infanta Elena (53) acuden con frecuencia a la plaza para presenciar las corridas de toros. En algunas de esas ocasiones se han dejado acompañar de los dos hijos de ésta: Froilán (18) y Victoria Federica. De ahí que el acto de este viernes, con el rey Felipe como protagonista, haya llamado tanto la atención.
[Más información: Otros VIP que llevaron a los toros a menores de edad]
En la corrida estaba también el sobrino de Felipe VI. Froilán disfrutaba de la tarde de toros que ha presidido su tío, pero en su caso lo hacía desde la barrera, donde disfrutó en primera fila de la faena vespertina.
La presidencia de la corrida de la Beneficiencia es un evento taurino que, hasta hace unos años, correspondía al monarca. Desde la proclamación de Felipe VI, en junio de 2014, esta misión la ha venido realizando el rey emérito en dos ocasiones (2014 y 2016). Tan sólo un año la duquesa de Lugo asumió el papel de presidir la corrida en nombre de su hermano (2015). La decisión del rey actual de no asistir a los festejos generó no pocas críticas que Zarzuela no supo justificar. "Problemas de agenda" alegó entonces la institución cuando se preguntó por la ausencia de Felipe VI.
Por eso el monarca ha querido, esta vez, apoyar la Fiesta Nacional con su presencia, aunque no sea un aficionado declarado a los toros. No en vano, este festejo es considerado uno de los más importantes de toda la temporada taurina. En el trasfondo de la decisión de Felipe VI quizá subyace el hecho de que su padre tendrá que ausentarse ese día por motivos de agenda, pues inaugurará una nueva bodega en Álava.
El Juli (34), José María Manzanares (35) y Alejandro Talavante (29) eran los diestros que toreaban en una corrida que creó uno de los antepasados -y tocayos- del rey Felipe: Felipe II, que dispuso en 1856 la celebración anual de un festejo taurino cuya recaudación iría destinada al Hospital General.
No es la primera vez que Felipe VI se deja ver en un coso como rey. Lo hizo el 8 de mayo de 2015 y por sorpresa, cuando apareció acompañado de su mano derecha, Jaime Alfonsín. Aunque en aquella ocasión permaneció en la barrera junto a otros rostros conocidos como el recientemente fallecido Sebastián Palomo Linares. Un ritual similar al que ha seguido el rey Juan Carlos durante las últimas semanas.
El monarca emérito es un asiduo a la Feria de San Isidro. Cada año, se deja ve en una o varias ocasiones por la plaza de toros de Las Ventas. Este año ha acudido con distintas compañías: solo, con su hija Elena, con sus nietos... Ahora que está jubilado, el rey Juan Carlos disfruta, más si cabe que antes, de una de una afición a la que se ha sumado su hijo pequeño, al menos por un día.
[Más información: La vida loca del rey Juan Carlos: 15.500 kilómetros en una semana]
Si Felipe VI apenas ha pisado las plazas de toros durante su etapa como rey, tampoco se ha dejado ver en demasía cuando era príncipe de Asturias. Son contadas las ocasiones en las que él y su mujer han presenciado una corrida de toros.