200 millones de euros, una madre obsesionada con colocar a sus hijas y un "infierno dorado". Parece el argumento de cualquier película de Hollywood, pero lo cierto es que son los ingredientes de una nueva disputa familiar que ha salpicado a la aristocracia, concretamente a una rama emparentada con la Familia Real española. 

Camilla Crociani (46 años) es la esposa de Charles de Borbón Dos Sicilias (53), actual duque de Castro, quien pugna con su pariente lejano Pedro de Borbón Dos Sicilias (48), duque de Calabria, por la Jefatura de la Casa de las Dos Sicilias. Pues bien, Camilla ha visto esta semana cómo su hermana Cristiana (44) les declaraba la guerra tanto a ella como a su madre a cuenta de la herencia familiar. 

Para entender el origen del conflicto hay que retroceder hasta la época en la que las dos hermanas eran tan sólo unas adolescentes. La madre de ambas, la actriz italiana Edoarda Crociani (77) -más conocida como Edy Vessel- había decidido crear un depósito con una considerable cuantía económica cuyas beneficiarias eran sus dos hijas. Según la versión de Cristiana, la intérprete habría desviado la mayor parte de la riqueza familiar, ocultando que la destinataria de la cantidad transferida era su otra hija, Camilla. 

Por eso, ahora Cristiana reclama 200 millones de euros a través de los tribunales de las Islas del Canal, que han fallado a su favor. La corte de Jersey considera que, pese a la glamourosa fachada de la familia, "la dominante matriarca atrapó a la princesa y a su hermana en un infierno dorado". La sentencia asegura además que la actriz del filme de Federico Fellini 8½ "tenía miedo de estar sola y por eso manejaba todos los hilos económicos".

Según la benjamina, su madre siempre tuvo una obsesión: que sus hijas se casaran con príncipes. Todos los esfuerzos se encaminaron a conseguirlo y las hermanas acabaron viviendo un auténtico "infierno dorado", tal y como recoge The Times. Para Cristiana, su hermana y su madre "compartían las mismas ambiciones e intereses sociales". Edoarda favoreció, en su opinión, mucho más a Camilla, a quien aseguró el futuro incitándola a casarse con el duque de Castro, Charles de Borbón Dos Sicilias, algo que ocurrió finalmente en 1998 y que constituyó la "boda francesa de sangre azul de la década".

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Un año antes, la actriz había presionado a su otra hija a casarse con el príncipe italiano Bante Boncompagni Ludovisi. La unión duró sólo cuatro meses.

El control de Edoarda sobre sus hijas llegó al punto de prohibir a Cristiana casarse con el empresario francés Nicolas Delrieu incluso cuando se quedó embarazada. "No teníamos independencia ni vida propia", declaraba en The Times la hermana de la princesa, quien afirmó que su madre incluso le impidió acudir a eventos familiares. "Vivíamos en una atmósfera sofocante", concluyó.

La vista se celebró esta misma semana en la corte de Jersey. A ella acudió Cristiana visiblemente molesta tras lo que había ocurrido con el fondo fiduciario de su madre. Ni ésta ni Camilla se presentaron en los juzgados. La actriz, de 77 años, alegó estar "demasiado vieja y enferma". Sin embargo el tribunal no creyó su versión basándose en unas imágenes de las pasadas navidades, en las que Edoarda disfrutaba de una animada fiesta en plena forma.