La infanta Elena cumple este miércoles 54 años y desde JALEOS no dudamos de cuál va a ser el deseo que pida al soplar las velas: que su hijo Froilán (19) deje de darle disgustos. Desde que hace 11 años hiciera público su "cese temporal de la convivencia" con Jaime de Marichalar (54), la discreción de la hermana del rey ha ido en aumento, al mismo ritmo que las polémicas y noticias mediáticas que ha ido generando su hijo mayor.
Elena es la que menos ruido en los medios ha creado de toda la familia Borbón. Su perfil bajo en cuanto a presión mediática contrasta con el revuelo generado por las 5.000 supuestas amantes de su padre; o con el Caso Nóos que implicó a su hermana Cristina (52); o la constante atención a su cuñada Letizia (45). La más veterana de las hijas de Juan Carlos (79) y Sofía (79) vive alejada de cualquier habladuría y más aún de las portadas de revistas.
No le ocurre lo mismo a su primogénito, que en los últimos 12 meses ha sido, prácticamente, el miembro real del que más se ha hablado en los medios. Su romance con Mar Torres-Fontes ha llenado mucho contenido en las tertulias de corazón y los paparazzi luchaban por conseguir la foto del beso en las habituales salidas nocturnas del joven. Finalmente se consiguió la foto, y el foco sobre ellos se hizo mayor debido al poder de la familia de ella, ya que es la heredera de la empresa de alimentación ElPozo.
El verano fue el momento álgido de su relación, donde dejaron imágenes en las que se les veía dando rienda suelta a su pasión. Unas fotografías que, conociendo el carácter tímido de la madre, no serían de su agrado y preferiría que su hijo no se expusiera tanto. Sin embargo, meses después, la relación de los jóvenes acabó, momento en el que, quizá, la infanta Elena respiró más aliviada porque suponía que los fotógrafo 'liberarían' a su vástago de tanto flash y no buscarían la fotografía más tórrida posible con su novia.
Pero no solo los líos amorosos han traído de cabeza a la infanta. Durante años el fracaso estudiantil de Froilán ha sido la pesadilla de su progenitora, por lo que tuvo que mandarle a un internado para que se centrara únicamente en su aprendizaje lectivo. Al enviarle al otro lado del Atlántico, a un centro de estudios en Estados Unidos, Elena consiguió su objetivo de 'enderezar' a su hijo y éste logró aprobar todas las asignaturas. Pero una vez más, fue solo un espejismo. Y es que en la misma fiesta de graduación, la locura y el frenesí volvieron a adueñarse de la conducta de Froilán.
Noches de conciertos, quedadas frenéticas con amigos, vagar por las calles a altas horas de la noche... todos los movimientos estivales del joven han quedado registrados en las cámaras de los paparazzi y plasmadas en los medios, sobre todo las imágenes que estuvieran cargadas de polémica, como la vez que protagonizó un fuerte altercado a las puertas de una discoteca en Madrid. Un nuevo motivo por el que la infanta Elena tuvo que echarse las manos a la cabeza.
Aunque entre esas fotos que la hermana de Felipe VI (49) habrá podido ver en las revistas también se encuentran las instantáneas de Froilán yendo a la universidad. El 'rebelde' de la Familia Real acude a las aulas del CIS cada día para estudiar la carrera de Administración y Dirección de Empresas, una de las grandes noticias que le ha dado a su madre en mucho tiempo.
A la hora de tomar apuntes en clase esperamos que el joven use el corrector del ordenador o le copie las notas a un compañero, ya que la ortografía no es precisamente lo suyo, como demostró en un mensaje en redes sociales donde escribió el verbo haber sin 'h'. Una falta ortográfica que duele en los ojos y más aún le dolerá a su madre que tanto ímpetu ha puesto en que su hijo sacara buen provecho de los carísimos colegios en los que ha estudiado. Otra nueva decepción para la infanta.
Todas estas aventuras de Froilán han transcurrido a lo largo del 2017, por lo que, dada la proximidad del Fin de Año, lo más probable es que Elena de Borbón una su deseo de cumpleaños a su deseo de Navidad y utilice ese 'doble poder' para que el 2018 calme de una vez por todas a su hijo. Solo el tiempo mostrará si su deseo se convierte en realidad.