La reina Letizia (45 años) acudió este miércoles a su primer acto oficial de 2018, la visita a la Fundación del Español Urgente (Fundéu), una tradición que repite todos los años. Para la ocasión Letizia ha optado por un look 'total black' con un conjunto cuyo estilo recordaba al de una ejecutiva. Cabe destacar que hay quienes han querido ver en este outfit un guiño por parte de la monarca a las estrellas de Hollywood que acudieron a la gala de los Globo de Oro vestidas de negro para denunciar el abuso sexual contra las mujeres.
En la parte superior la reina ha escogido una gabardina negra con una sola fila de botones que se ceñía a la cintura formando un nudo con el cinturón. En la parte inferior la reina ha optado por unos pantalones en color gris oscuro con la línea en medio.
Para rematar el conjunto Letizia ha optado por unos complementos oscuros. Concretamente, por un clutch en forma de sobre de piel con una gran hebilla dorada en el centro; y unos botines del mismo color con un tacón fino y bajo que combinaba dos tipos de pieles. Además, ha optado por lucir la cabellera suelta y un maquillaje poco recargado y elegante.
Las visitas a Fundéu no suenan extrañas teniendo en cuenta la atención que la monarca presta a la ortografía. Ya al principio de su matrimonio la reina corregía los discursos del entonces príncipe de Asturias y añadía las tildes que su marido omitía.
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Unas navidades en familia
La reina acude a este acto tras pasar unas vacaciones rodeadas de su familia. El primero de los actos de estas fiestas al que acudió, y organizó, fue la cena de Nochebuena. La reina Letizia preparó una velada en Zarzuela a la que acudieron todos los Borbones, a excepción de la infanta Cristina (52), su marido (49) y sus hijos. Como viene siendo costumbre, a las nueve de la noche se reunieron todos frente al televisor para ver el mensaje del rey (grabado días antes). A continuación, cenaron todos de pie disfrutando de un buffet libre y frío, una costumbre que adquirió la reina Sofía (79) para permitir que los empleados de palacio puedan dejar todo preparado e irse a cenar con sus familias.
Al día siguiente, el 25 de diciembre, la tradición marcaba disfrutar de una comida de Navidad organizada por la hermana de Juan Carlos (80), Pilar de Borbón (81). En esta ocasión, la familia se reunía en la casa Puerta de Hierro (Madrid) donde todo el clan disfruta del almuerzo. Sin embargo, este año, y como viene siendo costumbre con Felipe (49) y Letizia, los reyes no acudieron a la velada (donde sí estuvo el resto de la familia), sino que se desplazaron a la casa de la familia Rocasolano para esta fecha tan especial.
En cuanto al día de Año Nuevo, después de este ajetreo familiar y ante el peligro de que la horda de paparazzis persiga a la familia real en cada uno de sus pasos, los reyes hace años (desde que eran príncipes de Asturias) tomaron la decisión de que despedirían el año en alguna pista de esquí donde pudieran disfrutar de cierto 'anonimato'. En esta ocasión, Paloma Rocasolano (65) acompañó a la familia para que también pudiera disfrutar en estas fiestas de sus nietas y de su hija.
El último de los grandes eventos fue el 80 cumpleaños de su abuelo, el rey Juan Carlos I. Para celebrar esta ocasión, la infanta Elena (54) organizó una gran comida en Zarzuela con 70 comensales donde estuvieran los amigos y familiares más cercanos del monarca, a excepción de la infanta Cristina y sus hijos que, de nuevo, faltaron a la cita familiar.
Por último, los reyes llevaron a la princesa Leonor (12) y a la infanta Sofía (10) a comer el roscón de Reyes en casa de su abuelo materno, una tradición que repiten desde hace años. Para esta ocasión, los monarcas se desplazaron en su coche particular, conducido por el rey Felipe con Letizia de copiloto y las niñas en la parte trasera del vehículo.
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