El vídeo real de la polémica ha coleado durante toda una semana y parece que la foto de la reconciliación va a tomar el mismo rumbo. Los detalles que se ocultan tras la imagen de unidad de la Familia Real este pasado domingo a las puertas del hospital van saliendo a la luz y dejan clara la pura estrategia que reinaba en ese posado familiar. Una vez más, Letizia (45) y su hija Leonor (12) son las protagonistas de la noticia.
Tras un fin de semana de visitas al hospital que comenzaba con las imágenes de respeto y complicidad entre las reinas después de siete días hablando de la tensión entre ellas, la foto más buscada ocurría el domingo a las 14:00 horas. Los reyes Felipe (50) y Letizia acompañados de sus hijas posaban junto a la reina Sofía (79) a la entrada al centro sanitario. La monarca emérita no paraba de sonreír porque en cada una de sus manos permanecía unida a sus dos nietas más pequeñas y éstas también se mostraban risueñas, pero ¿tanta sonrisa y complicidad era espontánea? No tanto.
El gesto que para muchos ha pasado inadvertido pone en el foco a la princesa Leonor. La joven se situaba en la foto en medio de su abuela y su madre. Sostenía de su mano a la reina Sofía, tal y como hacía su hermana al otro lado. Pero en el momento en el que los flashes de las cámaras de los medios congregados empezaron a disparar sin cesar, Letizia vio el instante idóneo para demostrar que entre abuela y nieta no existía ningún problema tras el 'manotazo' de la misa de Pascua. La esposa de Felipe VI aprovechó la atención centrada en su primogénita y la reina emérita para dar un pequeño pero apreciable toque con el bolso a su hija y hacer que ésta se acercara a su abuela en un gesto de unión.
Ya en la 'pelea real' del domingo de Resurrección se intuía una gran coordinación entre madre e hija. Hasta que Letizia no se puso ante Leonor y le tocó el pelo en la zona de la oreja la heredera no movió la mano de su madre de su hombro. La reacción de la princesa -el 'manotazo'- llegó cuando su madre le colocó el cabello y le dijo algo indescifrable. Una semana después, las instrucciones de Letizia volvieron a ser tomadas a rajatabla por su hija de cara al público. Esta vez no hubo 'toquecito' en el pelo, sino detrás de las piernas y con el bolso.
El 'manotazo' por el 'bolsazo'. La tensión personificada frente a la impostada imagen de unidad. Y Leonor siempre haciendo caso a su madre. Si Letizia no quiere fotos de sus hijas con su abuela, 'manda' a la heredera deshacerse de la mano de la reina emérita; pero si lo que quiere es mostrar felicidad y amor fraternal, 'manda' a su primogénita acercarse a su abuela para la foto. Letizia es el 'empujón' que siempre precisa Leonor.
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