La Casa Real noruega no ha tenido más remedio que comulgar con ruedas de molino tras la última decisión del hijo de Mette-Marit (44 años). La publicación Se Og Hor ha sido la encargada de lanzar la exclusiva de que Marius Borg (21), el primogénito de la princesa noruega fruto de su primer matrimonio con Morten Borg, mantiene una relación con Juliane Snekkestad (22), una espectacular modelo que ha hecho sus 'pinitos' como chica PlayBoy.
Adictos a las redes sociales, las pruebas del evidente romance las han regalado (de nuevo) vía Instagram. La prensa noruega puso sus ojos en Julianne cuando la joven publicó unas fotos la pasada Navidad en las que salían retratos colgados en las paredes del palacio de Sakagum, la residencia oficial de los príncipes Mette-Marit y Haakon Magnus de Noruega (44) en Oslo.
Hasta donde sabíamos, Marius vivía en la Costa Oeste de los Estados Unidos cursando estudios de Economía en una prestigiosa universidad californiana. No obstante, su obsesión es la moda, afición que comparte con su chica desde un perfil muy diferente. Sin terminar sus estudios universitarios y agarrándose a su gran pasión, Borg trasladó su vida hasta Milán para especializarse en diseño.
Según la mencionada publicación, la pareja comparte piso desde diciembre en Londres, ciudad en la que la pareja está afincada tal y como reza en sus redes sociales: "Noruega instalada en Londres", expresa la bio de Julianne.
El seguimiento de Se Og Hor con la figura de Marius Borg es real, y nunca mejor dicho. El pasado verano publicaban en exclusiva la ruptura con la que era su primera novia, Linn Helena Nilsen. Siguiendo el ejemplo contrario a la Casa Real española, la institución noruega ha difundido un comunicado en el que tildan de "lamentable" la forma en la que han presentado a la nueva novia de Marius Borg, a la que señalan como una mujer "inteligente" y "trabajadora".
"Marius Borg Hoiby ha expresado en varias ocasiones que no quiere que los medios cubran su vida privada y agradece que la mayor parte de la prensa noruega lo haya respetado", concluye el escrito oficial de Palacio. Tanto es así que, su madre, Mette-Marit, cuando su primer hijo cumplió 20 años, emitió una carta pública instando a que la prensa dejase de perseguir a su hijo ya que él "no forma parte de la familia real", y que, por tanto, prefiere no ser objeto de interés.