Cristina de Borbón y Grecia cumple 53 años este miércoles 13 de junio. A la hija de los reyes eméritos no le queda más remedio que comulgar con ruedas de molino y hacer que su día más especial sea, al menos a ojos públicos, sea uno más en su calendario ordinario. De puertas hacia dentro la cosa cambia.
Su posición no deja de presumirse agridulce. En febrero de 2017 salió absuelta de los dos delitos fiscales de los que se le acusaba en el marco del caso Nóos. No así su marido, Iñaki Urdangarin (50), quien espera la inminente decisión del Tribunal Supremo tras ser condenado a seis años y tres meses de prisión por la Audiencia de Palma como autor responsable de los delitos de prevaricación, fraude, tráfico de influencias y dos delitos fiscales contra la Hacienda pública.
La decisión del Alto Tribunal se está dilatando en el tiempo, pues según señala EL MUNDO se estaría investigando a Rafael Balaguer, el perito que dio inicio al caso Nóos, por presunta connivencia con el juez Castro "antes de que existiera la causa y, en consecuencia, con antelación a que el magistrado fuera designado competente para instruir la misma".
A priori, la imputación de Balaguer en este asunto, pese a no estar condenado, podría ser motivo para que se replantease la sentencia, incluyendo las condenatorias de Matas (61), Torres (52) y Urdangarin. Según fuentes del Tribunal Supremo consultadas por JALEOS, "no hay ningún procedimiento paralizado y la decisión de la revisión de la sentencia por parte de los magistrados es inminente".
Cumpleaños clave en la vida de la infanta Cristina
La hija de los reyes honoríficos de España gozaba de ostentosos cumpleaños en su infancia, alocadas celebraciones en su tiempo de universitaria cuando salía a discotecas a bailar y fumar con su hermano Felipe (50). Sin embargo, los últimos aniversarios de su vida han estado marcados por la polémica, el exilio y en un futuro inmediato, la soledad.
2013, la mudanza a Ginebra
En su cumpleaños de 2013, Cristina recibía un duro mazazo en forma de declaraciones por parte Mario Sorribas, apoderado de Iñaki Urdangarin en Aizóon. Afirmó que la maculada empresa era propiedad del matrimonio al 50%, así como se demostró a posteriori, propiciando la imputación de la hija del Rey.
Por entonces, Cristina e Iñaki vivían en Barcelona pero su idea común era huir donde sus hijos no sintiesen el látigo de quienes tachaban a su padre de algo que en aquel momento aún estaba por demostrar. A finales de aquel verano, la infanta hizo la mudanza a Ginebra para gestionar los programas que la fundación LaCaixa tiene con diversas agencias de la ONU, puesto de trabajo que hoy mantiene.
2015, el título arrebatado
Cristina cumplía 50 años y no contaba con la felicitación ni el apoyo de su hermano, el rey Felipe VI, y su cuñada, Letizia (45), quienes trazaron la línea definitiva cuando el caso Nóos saltó por los aires y salpicó de lleno en el seno privado del matrimonio Urdangarin y Borbón.
En vísperas de su cumpleaños, tan solo un año después de ascender al trono de España y con la imputación oficial de su hermana como presunta colaboradora necesaria de los tejemanejes de su marido, Felipe le hizo el peor de los regalos: les revocó el uso del título de duques de Palma.
'Las penas con pan son menos', debió pensar Cristina. Como celebración a sus 50 años, convocó a 25 amigos en Leon de Oro, uno de los ocho restaurantes en Ginebra con estrella Michelín. El precio medio alcanza los 200 euros por persona y el almuerzo se prolongó hasta la noche. Se calcula que Cristina desembolsó algo más de 6.000 euros por esa efemérides.
2017, la sentencia y el sushi
Según se conoció a través de documentación del proceso de Nóos, la infanta Cristina pagó a través de Aizóon, la empresa que compartía con Urdangarin, 1.412'40 euros a la empresa de catering de comida japonesa Kate-Shima por su 42 cumpleaños. Diez años después y pese a su inocencia rubricada cuatro meses antes de cumplir los 52 años, Cristina de Borbón prefirió hacer de su último cumpleaños uno de perfil más bajo. Doce meses exactos se cumplen de esa cena íntima en Ginebra con amigos españoles, la única celebración que se llevó a cabo por los 52 de la infanta.
Este año es el más difícil todavía. Los últimos meses han sido definitorios en el devenir particular de la hermana del rey Felipe, pues a sus presuntos problemas de salud, según la prensa portuguesa, se le suma la delicada situación judicial de su marido, Iñaki Urdangarin cuyo futuro está en manos del Tribunal Supremo y cuya resolución se presume "inminente". De nuevo, el regalo más agrio para Cristina de Borbón.
[Más información: Urdangarin, el 2.528 en su último maratón antes de que el Tribunal Supremo pueda enviarle a la cárcel]