Iniciada, o más bien continuada, la tempestad de los últimos tiempos, y lo que queda, ahora la infanta Cristina de Borbón (53 años) con el inminente ingreso en prisión de su marido tiene que buscar y recurrir a aquella lista de hombros en los que volver a llorar. Es por todos sabido que la hija del rey Juan Carlos I (80) no cuenta con apoyos públicos dentro de la familia real. Las únicas visitas que ha recibido en estos cinco años de exilio en Ginebra, y de las que existen pruebas, son las de su madre, la reina emérita Sofía (79) y la de su hermana, Elena (54), junto a Felipe de Marichalar (19) y Victoria Federica (17).
"Este verano veremos seguro a la infanta Cristina con la reina Sofía y sus nietos en Palma. Los eméritos la van a apoyar mucho en este momento", comenta Pilar Eyre en exclusiva para JALEOS. Y va más allá, pues según su opinión, "Cristina, de momento, no se moverá de Ginebra. Ahora en verano irá a varios sitios de vacaciones, campamentos para los niños en Palma...". Entonces, ¿quiénes son los apoyos de la infanta fuera de los muros de Zarzuela?
Cristina de Borbón-Dos Sicilias y Pedro López-Quesada
Son primas, comparten nombre, apellido y una amistad que traspasa fronteras. El matrimonio López-Quesada y de Borbón-Dos Sicilias han sido los escuderos de la infanta Cristina y Urdangarin en momentos más bajos. Se conoce que en enero de 2016, cuando el matrimonio exiliado tuvo que instalarse temporalmente en Palma para hacer frente a su implicación en el entramado de Nóos, Cristina de Borbón, 'la diademas', se instaló en Ginebra para cuidar de los cuatro hijos de Urdangarin y Cristina.
Pedro y Cristina contrajeron matrimonio en 1994 en la finca La Toledana, refugio español de las escapadas furtivas de los exduques de Palma. La última (que se conozca) la de la primavera de 2016. Los Urdangarin y Borbón, invitados por Pedro de Borbón Dos-Sicilias, disfrutaron de la Semana Santa de Retuerta del Bullaque (Ciudad Real) e incluso se hicieron fotos con algunos curiosos.
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Rosario Nadal, ex de Kyril de Bulgaria
Rosario Nadal (53), exesposa del príncipe Kyril de Bulgaria (53), es otro de los grandes apoyos de la infanta Cristina. Unidas por defecto y por exceso, la mallorquina es la madrina de la pequeña Irene Urdangarin (13), a la que adora, mima y observa con sumo cariño, tal y como se contempla en la imagen.
"Para ella está siendo muy difícil pasar de ser la infanta moderna, tan querida... a supuesta ladrona", confesó en declaraciones exclusivas para Vanity Fair hace algo más de tres años. "La han convertido en un monstruo interesado, altivo y egoísta, porque eso vende. A la infanta no la está juzgando la justicia, sino la opinión pública y los intereses creados".
José Manuel Lara y Consuelo García-Píriz
La relación entre el matrimonio Lara y García Píriz con los Urdangarin y Borbón se estrechó con la mudanza de los exduques a la ciudad de Barcelona. Los dueños de la editorial Planeta, además, invitaron a Iñaki y Cristina a la boda de su hijo Pablo con Anna Bufrau en 2013, momento en el que fueron observados con cierto desprecio por parte de muchos invitados debido a su implicación común en el escándalo que hoy los ha separado.
En febrero de 2015, con el fallecimiento de José Manuel Lara, Cristina tomó un vuelo hasta Barcelona para acompañar y arropar a la viuda, Consuelo García-Píriz. Por mentideros de la jet catalanaa se ha llegado a afirmar que Consuelo seguirá unida al matrimonio Urdangarin y Borbón porque considera que hay que ser amigos en lo bueno y en lo malo.
Los Urdangarin Liebaert
Nada queda de aquellos amigos de su época dorada y olímpica. Nada queda de aquellos momentos en que vitoreaban el nombre de Cristina e Iñaki a su paso por el Paseo de Gracia de Barcelona, en agradecimiento a la elección de la Condal como escenario de su boda. Hoy todo es negro. El silencio de Mikel (55), Clara (58) y Cristina Urdangarin, hermanos de Iñaki, denota el gran pesar por la sentencia condenatoria no solo judicial sino también social a la que se enfrenta el exduque de Palma, su mujer, y en última instancia sus hijos, quienes han llegado a padecer la repulsa de algunos compañeros del exclusivo centro educativo en el que estudiaban en la Ciudad Condal. "Los que están sufriendo más son la familia de Iñaki, que creen que la sentencia es injusta y que está pagando por los pecados de otras personas", ha afirmado la periodista Pilar Eyre.
El apoyo de la madre de Urdangarin es incondicional. Tanto es así que ya son varias las temporadas en las que Claire Liebaert ha puesto rumbo a Ginebra para ayudar a su hijo con sus nietos y determinadas tareas del hogar, funciones de las que se encargaba el cuñado del rey de España hasta su irreversible ingreso en una cárcel de España aún por determinar.
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