Kalina de Sajonia-Coburgo-Gotha y Gómez-Acebo (46 años), conocida públicamente como la princesa Kalina de Bulgaria ha vuelto al ojo público a tenor de unas imágenes en las que se apreciaba una inquietante transformación física en su rostro. Harto de las especulaciones, Kitín Muñoz (59), su marido, ha roto su silencio y ha elegido la versión online de la revista ¡HOLA! para aclarar la verdad sobre el cambio experimentado en la faz, y más concretamente la nariz, de su mujer.
"Cuando tenía ocho años, en el colegio, se partió las dos paletas de los dientes. En 1999, estudiando Arte en Londres, fue a un dentista para ponerse fundas con la mala suerte de que el dentista perforó demasiado la base del hueso. Esto le causó serios problemas, una infección y una nueva intervención", comienza relatando el celebérrimo explorador.
"Durante mi expedición en el año 2000 (…) estando en mi campamento recién llegada de Londres, se le reprodujo la infección. Nadie le dio importancia, pues al principio parecía un pequeño problema; un marinero le dijo que se enjuagara cada día con agua de mar mezclada con agua dulce y así lo hizo. Pasaron días a pesar de tener dolores y molestias, los combatió, con antibiótico".
Y no queda ahí la dramática experiencia de Kalina sino que además Kitín ha encontrado oportuno añadir que "en esos días comenzó la expedición y nos fuimos al mar, ella iba en un barco de apoyo. La imposibilidad de ir a un hospital y las condiciones en el mar provocaron que la infección avanzara y se agravara, afectando a parte del ojo".
"Tuvimos que evacuarla de urgencia y fue operada, (...) dando prioridad a limpiar la infección y causando daños de tipo estético, que no tenían importancia en ese momento pues lo vital era salvar el ojo y la nariz de la infección", concluye, indignado, Muñoz.
Lo cierto es que más allá de la presunta transformación física a golpe o no de bisturí por parte de Kalina de Bulgaria, la princesa siempre ha llamado la atención por sus atrevidos estilismos. Rompe esquemas, y la prueba es que el pasado 26 de junio reaparecía en un evento en Madrid con el pelo trenzado, eyeliner y lipstick en color magenta y pestañas teñidas de amarillo intenso.
Un referente de estilo que según su esposo no ha pasado por quirófano sino que su aspecto es resultado de "un estilo de vida saludable, entrenamiento diario y buena alimentación". Y concluye, "algo que no se refleja solo en su buen tono muscular sino también en su bello rostro". Kitín Muñoz y Kalina de Bulgaria contrajeron matrimonio en el año 2002 y tienen un único hijo en común, el pequeño Simeón Hassan Muñoz de Bulgaria, de 11 años.
[Más información: La impactante transformación de la princesa Kalina de Bulgaria]