Cuando Victoria Federica (17 años) era una niña que cursaba aún sus estudios en el Colegio San Patricio de La Moraleja, tuvo lugar una fiesta de disfraces por Carnaval. La pequeña acudió vestida de princesa hindú. Nada que objetar. Lo curioso es que al año siguiente llevó exactamente el mismo vestido, mientras todos sus compañeros y compañeras habían cambiado de atuendo.
El Colegio San Patricio, uno de los centros más elitistas de Madrid, no es el centro público donde una señora que yo me sé vestía de Spiderman a su hijo con un pijama rojo y unas bragas de encaje azul marino sobre el mismo. El creativo experimento, salvando las distancias, podía llegar a ser tan traumático para el niño como la reiteración de traje carnavalesco en un colegio como el San Patricio. Allí los 'muchachitos' van todo el año de uniforme y sus padres andan sobrados de medios para acabar con las existencias de cien tiendas de chinos.
El detalle, explicado con el mismo tacto, se le hizo saber a la reina Sofía (79), muy pendiente en todo momento de la educación de su nieta. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Falta de interés por parte de una madre y un padre demasiado ocupados? ¿Militancia ecologista? ¿Interés por el reciclaje por parte de Jaime de Marichalar (55) y la infanta Elena (54) en una sociedad ahogada por el consumismo? Que cada uno saque sus propias conclusiones, pero las casas de la duquesa de Lugo y su marido no son de esas donde muere una toalla y una margarina y nace un trapo de cocina y un "taper". Doña Sofía tomó nota de la información y lo agradeció. Sospechó que lo que ocurría era una clara falta de atención. Victoria Federica cumple este domingo 18 años y su vida no ha sido un camino de rosas, como os contaré mas adelante. A pesar de todo, hoy es, según me cuentan personas que la conocen, una muchacha "generosa y sensible, responsable y cariñosa, segura de sí misma".
Es el 'ojito' derecho de un abuelo, a quien se le cae literalmente la baba cuando habla de ella. Nunca fue Juan Carlos I (80) muy niñero. Es más, le estorbaban los niños cuando eran muy pequeños porque le molesta el barullo. Pero con Victoria Federica siempre fue distinto. La 'jovencita' es muy tranquila, muy cariñosa. "Su ternura es infinita. Se ha criado con un batallón de primos paternos en las vacaciones veraniegas. Es muy Marichalar, pero ha sabido repartir sus afectos por igual con la familia de su madre".
Gracias a su afición a los toros, esta princesa sin corte pero con el porte más regio de los Borbones actuales, incluidas las infantas, se ha convertido en el miembro de la familia de los Reyes con mayor proyección en las revistas del corazón. Sofía (11) y Leonor (12) apenas salen en el couché por culpa de sus escasas apariciones públicas, pero no hay semana en la que Victoria Federica no sea inmortalizada en una bonita foto, ya sea mimando a su abuelo, o bien agradeciendo el brindis de un toro por parte de un joven diestro.
El torero favorito de Mario Vargas Llosa, uno de los contendientes
No ha sido Victoria Federica una niña precoz en asuntos amorosos. Pero con su larga trenza de Rapunzel, en los ruedos, ha reencarnado el ideal de princesa medieval que entregaba una prenda al ganador de las justas que rompía lanzas en su honor. Es a ella a quien le lanzan las monteras ahora. Los trovadores, es decir los cotillas de la prensa rosa como yo, cuentan que hay dos caballeros combatientes en liza.
Se habla de que podría gustarle Andrés Roca Rey (21), el torero peruano protegido de Mario Vargas Llosa (82). Fue el pasado 4 de agosto cuando en Málaga el atractivo joven le brindó un toro a Victoria Federica. Una revista del corazón muy importante publicó que estas habían sido sus palabras: "Brindo por un futuro juntos. Eres la reina de mis ojos". Andrés no se permitió tantas libertades. Estas fueron sus palabras según rectificaron sus representantes. "Brindo por el futuro de la fiesta de los toros y de la institución que representas. Y por que podamos ver los toros todos juntos mucho tiempo". Alguien me ha soplado que fue Vargas Llosa quien le sugirió este brindis y así lo creo.
Pondría la mano en el fuego. Pero la revista que publicó el error tiene tanta credibilidad y suele contrastar tanto las cosas que no se habría lanzado al ruedo si no tuviera otros datos que ignoramos. Jaime de Marichalar se lleva muy, pero que muy bien con Isabel Preysler (67), pareja del "padrino" de este muchacho. E Isabel es colaboradora de la mencionada revista. La fuerza, la plástica, la valentía y virilidad en los ruedos de Roca Rey ha sido muy alabada por diversos cronistas taurinos. Aprovecho para contaros también al hilo de esto que el exduque de Lugo mantiene actualmente cierta distancia con Naty Abascal (74) de quien antaño era inseparable. Y Naty e Isabel no han sido nunca especialmente amigas.
¿Y que pasa con Gonzalo Caballero? Ha sido uno de los mejores amigos de Froilán (20), y también de Victoria Federica. Es muy guapo, pero parece un niño disfrazado de hombre. La maldita costumbre de que los diestros tengan que vestirse de traje y aparentar seriedad en privado le resta atractivo. Tuve la suerte de hablar con él en un evento y es muy buen niño. Yo lo preferiría como yerno, pero nadie manda sobre los sentimientos.
Alguien escribió que la familia de Victoria estaba molesta porque el joven ha colgado fotos junto a Victoria Federica en su cuenta de Instagram. Si fuera cierto que los padres de nuestra princesa sin corte anduvieran molestos por semejante tontería, se están columpiando.
La nieta con menos sangre plebeya del rey Juan Carlos
También se habló de un joven jerezano con quien fue vista paseando de la mano, Miguel Gómez Mendoza. De nuevo los toros, el abuelo de este muchacho fue médico titular de las plazas de toros de Sanlúcar de Barrameda. Su adinerada familia tiene negocios inmobiliarios, de hostelería y vinícolas. La reina Sofía, antitaurina militante, debe estar horrorizada. Seguro que preferiría que su nieta favorita se casara con un Habsburgo o un Liechtenstein, o alguien como Joaquín de Bélgica (26), sobrino del rey Felipe e hijo de la princesa Astrid (56). Victoria Federica no es plebeya ni por parte de padre ni por parte de madre.
La infanta Elena entroncó con una familia noble e intachable desde el punto de vista del pedigrí histórico. Concepción Sáenz de Tejada descendía de Jaime el Conquistador. Y el Conde de Ripalda, abuelo paterno de la 'jovencita', contaba entre sus antepasados a los Reyes de Navarra. Otro de sus ancestros fue Tristán de Luna y Arellano, un conquistador y explorador español que emprendió viaje a México en busca de Cíbola y las siete ciudades del oro. Como el tío Álvaro (57), pero hace quinientos años y sin moto.
¿Quién es el novio de Victoria Federica? ¿Por quién suspira su corazón repleto de sangre azul? Sobre las andanzas de esta niña se ha establecido un cordón de seguridad de acero. Ni sus padres ni ella están dispuestos a que le ocurra lo mismo que a Froilán. Le gustan los viajes, de hecho disfrutó mucho de uno que emprendió con su padre y su hermano a Colombia hace cuatro años, sin que nadie se enterara. Este verano no ha visitado Sotogrande, donde suele alternar con sus primos por parte de padre. Solo sabemos de ella lo que su familia quiere que se sepa, o al menos eso es lo que intentan.
El mutismo es absoluto con las fuentes consultadas cuando se les pregunta sobre su futuro educativo. Victoria, a la que sus padres mandaron a estudiar dos años al Reino Unido al Mayfiels ST Leonard's, un internado inglés situado en un edificio medieval a a 64 kilómetros de Londres. Desde su regreso ha estudiado en St. George's School de Madrid, que sigue el sistema educativo británico. Habla inglés, francés y alemán. Su deporte favorito es la hípica y según fuentes del ámbito ecuestre: "Puede llegar a ser mucho mejor que su madre. Posee un cuerpo perfecto para este deporte. Engaña a pesar de su delgadez aparente. Es muy fuerte, pura fibra… Ha nacido para ser amazona. Con esa afición podría muy bien llegar a ser olímpica". Hace justo un año, celebró el día de su cumpleaños montando a caballo, fue en el Concurso Nacional de Saltos de Guadalajara, donde obtuvo un primer y un segundo puesto a lomos de Dibelunga, la yegua que comparte con su madre, y presta también a otros colegas deportivos, tanto jinetes como amazonas. Al cierre de estas líneas se ignora aún si participará o no este año en el mismo concurso, que se celebra este fin de semana. Consta que han sido invitadas ambas. Dada la distancia le daría tiempo para asistir a la fiesta que según se ha publicado tendría pensado celebrar por la noche en la sala Barceló.
Nuestra fuente, que prefiere mantener el anonimato afirma que si bien su madre monta bien gracias al esfuerzo y la constancia, lo de Victoria Federica es harina de otro costal: "Tiene una estructura ósea perfecta. Como la del fallecido duque de Alburquerque, como la de Luis Astolfi (59). Es de huesos largos. Con un buen caballo, porque los de su madre son corrientes, podría ser imbatible". Son caballos corrientes si se los compara con los de Marta Ortega o los Sarasola. Eso está claro, pero no es que sean tampoco una castaña. Que un miembro de la familia real compita contribuye a dar fuerza a un deporte tan bello como el de la hípica. Sería preciso, añade nuestra fuente "que la dejaran tranquila, que no se la fiscalizara, que pudiera tener un sponsor como cualquier otro deportista. Victoria no tiene ni el dinero ni la capacidad de Carlota Casiraghi (32) para comprarse un buen caballo, y la hija de Carolina sí tiene sponsors. En España somos muy paletos para estas cosas".
¿Es comparable Carlota con su boquita de fresa, imagen de Gucci, con nuestra Victoria Federica? Corinna López, asesora de imagen y personal shopper ha analizado así su estilo para JALEOS. "No creo que elija el sport por rebeldía hacia la exquisitez estilística de su padre, ni mucho menos. Simplemente es una chica joven, de su tiempo que quiere pasar desapercibida vistiendo ropa normal y de precio asequible. Tiene una elegancia innata y probablemente es mucho más inteligente que Carlota. Le favorecen los colores pastel y yo le recomendaría los vestidos camiseros cuando crezca. No necesita llevar tacones. Ya es atractiva, y lo va a ser mucho más. Victoria es muy natural. Yo le cambiaría el estilo del pelo. Siendo tan alta, estaría mucho más guapa con el pelo más corto, con un corte a capas con las puntas onduladas hacia afuera, por ejemplo. Con un moño alto estaría también fantástica". Victoria tiene mucho pelo como su madre, y el uso y abuso de las planchas en casa puede destrozarle el cabello, como a tantas 'jovencitas'. En los últimos tiempos ha renunciado a su trenza de Rapunzel, un sistema muy práctico para dominar las melenas de pelo crespo.
¿Cómo ha llegado a ser Victoria Federica la joven responsable y sensata, tenaz y tranquila en la que se ha convertido? Ella y su madre fueron el mayor apoyo de Juan Carlos I en los difíciles momentos previos a la abdicación. La niña demostró una empatía y una dulzura hacia el abuelo conmovedora. Y ejerce de ángel protector de su hermano, a quien ayudó mucho para parar las regañinas de papá y mamá cuando eran ambos más pequeños.
Una infancia muy dura
Las diferencias aparentes con su hermano Froilán resultan en principio abismales, pero los dos sufrieron mucho con la separación de sus padres. Quizás más Victoria Federica. En el colegio detectaron un problema de comunicación. Era muy tímida, demasiado secundaria. Se intentó solucionar el problema pero no daban bien con la solución. Se dedujo que arrancaba de la ruptura de los duques de Lugo. Tras el divorcio, y con la custodia compartida, se alternaron demasiados domicilios donde pernoctaban los pequeños. Unos días dormían en casa de la madre de Marichalar, otros fines de semana en casa de la infanta Elena, otros en casa de alguna amiga de esta, otros en Zarzuela con la reina Sofía… Hasta cinco domicilios, cuentan fuentes de absoluta solvencia. En estos casos los niños se desorientan. Su padre viajaba mucho. No fue la ruptura de los duques de Lugo fácil.
Como en tantas otras hubo tal vez lágrimas y discusiones que quizás presenciaron los dos pequeños. Doña Elena, una mujer de gran corazón, tiene un carácter muy fuerte. Mientras Froilán se convertía en un trasto divertido al que se llegó a calificar como martillo de los herejes cuando fue a estudiar a Inglaterra, Victoria Federica se encerraba en sí misma. Le faltaba expresividad y soltura en las relaciones sociales. Fueron su abuela Sofía y la tía Irene (76), la tía Pecu, a quien sus sobrinos llaman así por peculiar, quienes dieron con la tecla.
La música la cambió por completo. Gracias a las clases de piano desarrolló su armonía, se descubrió que tenía un sentido del ritmo muy avanzado para su edad. Luego llegó el ballet. La pequeña se liberó y se convirtió en el maravilloso cisne que ahora es, una niña perfectamente integrada en su círculo de amistades, cuyos movimientos lánguidos y elegantes sorprenden por su delicadeza. Le gusta la fotografía casi tanto como a su abuela Sofía, y aunque los toros son su pasión no va a ser torera. Su carrera profesional, aventuran algunos, podría encaminarse al mundo de las finanzas.