Hace poco menos de un año, Marcos García (49 años) recibía el permiso de Zarzuela para retratar a los reyes Felipe (50) y Letizia (45). No era la primera vez que este policía local de Marbella (retirado del servicio por una lesión) intentaba conseguir el permiso por parte de Casa Real, pero todavía no tenía el reconocimiento suficiente. No fue hasta que se granjeó un nombre retratando a miembros de la realeza de otros países que se le permitió este privilegio.
¿El resultado? Un cuadro de tonalidades cálidas (130 cm de ancho por 90 cm de alto) en el que los monarcas aparecen afables y cómplices y que muchos califican de "fascinante", según las propias palabras de Marcos García a JALEOS. El término del cuadro es tan reciente que el artista asegura, sorprendido, que todavía no ha pensado ni en el nombre de la pintura, e incluso bromea con este medio: "¿Cuál se te ocurre que podríamos ponerle?".
El trabajo no ha sido fácil, ya que a las dificultades de toda obra de arte se suman los problemas derivados de su lesión en las lumbares que le obligó a abandonar el servicio público y por la que ha pasado hasta en tres ocasiones por quirófano. Pero Marcos sabía que este era un trabajo importante para él y desde el comienzo fue su primera prioridad.
El rey Felipe, "todo un reto"
Ante la falta de un modelo real que tomar como referencia, Marcos se inspiró en varias fotografías de los monarcas, "en torno a unas tres o cuatro imágenes que me gustaban tanto de él como de ella".
En el caso de la reina Letizia, la imagen que aparece en el retrato recuerda al atuendo que lució durante la visita a Inglaterra el año pasado. Un outfit en amarillo pastel que le valió el elogio de gran parte de la prensa nacional y extranjera.
El rey, en cambio, "fue todo un reto", asegura el artista que se enfrentó a dos obstáculos: la diferencia de altura de Felipe respecto a Letizia y conseguir plasmar esa mirada de complicidad y ternura hacia su esposa (situación de la que se disponen pocas imágenes).
"Fue todo un quebradero de cabeza, el mayor reto", sobre todo porque "los dos no tienen la misma altura". Sin embargo, al artista le parece que consiguió resolverlo y varias de las personas que han visto la obra de arte en directo le han comentado que esta diferencia "está bien salvada".
"Pinté primero a la reina Letizia, de quien tenía varias imágenes buenas, y luego, sobre ella, traté de conseguir la misma nitidez en el rey Felipe con las imágenes que tenía de él (en las que aparecía con esta pose), que estaban bastantes pixeladas", explica el pintor sobre el proceso de elaboración.
En la composición, este policía local también recibió la ayuda de Álex Zurita, un amigo con el que trabaja desde hace tiempo. "Yo le digo más o menos lo que quiero y él realiza la composición", tal y como sucedió en el retrato de los monarcas.
A la espera de Casa Real
La obra será presentada de forma oficial el próximo viernes 14 de septiembre en una exposición del artista en solitario que tendrá lugar en el Cortijo Miraflores (Marbella). Este espacio ha sido posible gracias a la colaboración de la delegación de Cultura y Enseñanza del Ayuntamiento de Marbella que ha estado muy imbuida en el proyecto desde el comienzo.
El artista comenta que después de que la obra esté presente en esta colección pasará a manos de Zarzuela, aunque todavía no puede concretar una fecha exacta porque está "esperando la llamada".
Esta entrega la hará el Ayuntamiento (con él presente, espera) ya que el artista quiere que "sea un regalo por parte de la ciudad a los monarcas, como una forma de apoyarlos en estos momentos que están atravesando. De decirles: 'Estamos con ustedes'", explica a este periódico.
El pintor se encuentra orgulloso de su obra, aunque como todo autor piensa que de verlo tanto tiempo "ya no le gusta tanto" y cada vez que lo mira "encuentra más fallos". Sin embargo, se encuentra "orgulloso del trabajo realizado" y de los elogios que está recibiendo por parte de los que lo han visto.
Su próximo paso podría ser retratar a la princesa Leonor y a la infanta Sofía, un trabajo que no le importaría realizar, sobre todo por los "preciosos ojos de la heredera", la parte del cuerpo que "más me gusta retratar porque es lo que más transmite".