Su nombre permanecía adormecido en el cajón de todos aquellos familiares directos de personalidades públicas que algún día cumplirán 18 años. Sin que nadie lo esperase, Carla Vigo Ortiz, sobrina de la reina Letizia (46), hija de su fallecida hermana Érika, ha impactado en la escena pública al convertirse el pasado sábado en ciudadana de pleno derecho.
Su mayoría de edad y su vinculación directa a la esposa del rey de España daban luz verde a los medios de comunicación para que dibujasen de ella el perfil adulto de aquella niña sobre la que pesó silencio general y tácito en 2007 tras la muerte de su madre.
En desacuerdo con un artículo de opinión en el que se le reprueba su forma de desenvolverse en las redes sociales y el uso de determinadas palabras malsonantes, Carla ha estallado: "Perdóneme por no ser una princesa delicada pero le recuerdo que soy una persona normal".
Ante esta situación, Carla ha escrito un post en el que sentencia que "solo me importa lo que opine la gente que me conoce y a la que quiero. El resto me da igual". Y con total seguridad esas palabras camuflan la figura de la reina Letizia, tía únicamente de dos sobrinas carnales: Carla, hija de Érika, y la pequeña Amanda (10), hija de Telma (44).
En lo personal, Carla se ha mostrado una mujer de fuertes convicciones, comprometida y posicionada políticamente sin titubeos. En lo profesional, una joven apasionada del baile y cuyo sueño principal es el de ser una gran actriz. En su fuero interno quizá Carla era consciente de que este momento iba a llegar.
Muchas voces señalan a Carla como la sobrina favorita de Letizia. La sobreprotección que la reina ha ejercido sobre las infantas también intentó, en palabras de David Rocasolano, llevarla a cabo con su sobrina tras la muerte de la benjamina de las Ortiz Rocasolano. Según el primo hermano de Letizia y autor del libro Adiós, Princesa (2013): "Letizia no tenía potestad para tomar ningún tipo de decisión sobre esa niña. La decisión total sobre la vida de esa niña es de él, que es su padre. Ella quería que hubiera el régimen de visitas parecido al que se tiene cuando dos personas se separan y tienen un hijo en común. Algo que se sale totalmente de lo normal".
Tía y sobrina, sobrina y tía mantienen un discreto a la par que estrecho vínculo hasta el punto de que comparten status real, al menos en sus redes sociales. Mientras que Letizia es la reina de España, Carla se autoproclama 'la reina de las lentejuelas'. Dejando claro que ella no es "una princesa delicada", sí que con su user de Instagram hace un guiño divertido con el que vuelve a desmitificar la tan endiosada figura de la consorte del rey Felipe (50). Alguien que para ella, a fin de cuentas, es un miembro más de su familia.
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