46 son los años que cumple la reina Letizia este sábado 15 de septiembre. Como cada doce meses, desde hace ya quince años, la que fuera periodista convertida en princesa de Asturias y actual monarca de todos los españoles se enfrenta al análisis de los ciudadanos: su audiencia más crítica. Nadie dijo que fuera fácil. Desde que en noviembre de 2003 pusiera uno de sus célebres zapatos de tacón en la Casa Real, Letizia se ha convertido en objeto de debate, reiterado tema de conversación y recurrente elemento de estudio.
Sus movimientos, sus ademanes, su sonado temperamento e incluso sus operaciones de estética han prevalecido, en general, frente a sus funciones institucionales, representativas e incluso dinásticas.
En el último año, la figura de la reina de España ha vuelto al punto de mira de la opinión pública por un compendio de situaciones sin esclarecer que la han llevado a vivir su crisis más grave intramuros de Zarzuela. Letizia: ¿Qué ha hecho mal en sus 45 y debería hacer bien en sus 46?
Lo que ha hecho mal
1. El rifirrafe con la reina Sofía
Si hay una fecha marcada en rojo en el calendario personal de la reina Letizia, esa es el 1 de abril de 2018. O más bien, el 3. Fueron 48 horas las que tardaron en salir a la luz las imágenes en las que se apreciaba cómo impedía por todos los medios que el fotógrafo de Casa Real tomase una instantánea de la reina Sofía (79) con sus dos nietas, a las que agarraba cariñosamente al grito de "ahora, ahora".
Una situación que dio la vuelta al mundo, abrió informativos e hizo que Letizia se enfrentase a la crisis más grave desde que la Casa Real anunciara el compromiso oficial entre el príncipe de Asturias y la periodista de Televisión Española hace casi quince años. Palma, como escenario de pugna y posterior conciliación pactada.
2. Letizia y el teléfono móvil
La sorpresa fue la imagen. La confirmación de algo que se sabía sotto voce. Letizia vive conectada a sus dos teléfonos móviles. El pasado 12 de octubre, miles de ciudadanos esperaban su llegada a la Plaza de Lima, en Madrid, para presidir junto al rey Felipe VI (50) el tradicional desfile de las Fuerzas Armadas con motivo del Día de la Fiesta Nacional.
Jugando con las sombras y la distancia de una imagen que creía imposible de captar, los gráficos inmortalizaron la llegada de Letizia que, mientras saludaba con una mano, manipulaba su teléfono con la otra.
3. El feo al rey Felipe con el paraguas azul
A finales del pasado mes de junio, los reyes viajaron a Cataluña para presidir los Premios Princesa de Girona. Una inesperada tormenta de verano recibió a sus Majestades a las puertas del Celler de Can Roca. A la hora de acceder, el rey descendió del coche oficial. Esperó, paciente, la llegada de su esposa hasta su altura. Letizia, en cambio, optó por portar su propio paraguas obviando el servicio de la escolta y el de su propio marido.
Cuando la reina se topa con Felipe, él agarra el mango del paraguas con el único propósito de ayudarla. En unos segundos de tensión, Letizia, con la sonrisa forzada, clava la mirada sobre la pupila de su marido haciéndole entender que ella puede sola. Un desplante por el que también obtuvo su ración de reproche.
4. Letizia y el viaje de cooperación
Santo Domingo y Haití. Tercer viaje de cooperación para Letizia como reina de España. Un viaje a un país desfavorecido con un único objetivo según sus propias palabras: "dar visibilidad a la cooperación, tanto la que hace el Gobierno y el Ministerio como las ONGs impulsadas por los ciudadanos españoles". En un conglomerado de contradicciones, Letizia, durante su estancia, se alojó en el exclusivo hotel El Embajador.
Un cinco estrellas súperlujo situado en el corazón de la ciudad de Santo Domingo. Pernoctó en la suite presidencial, cuyo precio en temporada alta asciende a 2.150 euros la noche. Además de estrenar vestido de Carolina Herrera (590 euros) para la ocasión, la madre de la princesa de Asturias se cambió hasta tres veces de outfit en el mismo día.
5. Su vestido más polémico del último año
Era el pasado 22 de noviembre cuando Letizia y Felipe VI acudía a la 34ª edición de los Premios Francisco Cerecedo de Periodismo en el Hotel Ritz de Madrid. En un otoño que no terminaba de romper, España se encontraba, por fin, ante su primer ola de frío polar. Poco importó. A lo planeado, ejecución. Letizia atesoraba en su armario este vestido de Teresa Helbig y la decisión estaba tomada. La diseñadora entraba en su armario con polémica de formas y de fondo.
Ante la presencia de los Reyes, llamó la atención de público y prensa que Letizia lucía un vestido "demasiado corto" no solo para una Reina sino para los apenas 5 grados a los que se enfrentaba la capital del Reino en esos días. Este modelo inspirado a los 20 años tipo 'Gatsby' debía llevar tiempo en su armario, pues en el año 2006 ya lo lució Ivana Baquera (24) en el festival de Cannes cuando entonces tenía 12 años.
Lo que debería hacer
1. Evitar cualquier escándalo en público
En el nuevo año en el que entra, la reina debe evitar cualquier situación susceptible de interpretación escandalosa. Un paso en falso podría volverse definitivamente en su contra. "O Felipe se divorcia o Letizia se carga la monarquía", Jaime Peñafiel dixit.
Letizia no puede volver a permitirse el lujo de protagonizar otro abril negro. El respeto por el rey Felipe, los eméritos y la Corona debe primar ante el genio y empuje del que muchos hablan y del que otros tantos escriben.
2. La 'desoperación' de Letizia
Su aparición el pasado martes 11 de septiembre en el colegio Santa María de los Rosales ha abierto una vertiente de opinión generalizada en la que mayoritariamente se aplaude a la Letizia más natural.
La reina acompañó a las infantas Leonor (12) y Sofía (11) a su primer día de colegio y mostró su versión menos superficial: sin apenas maquillaje, con look sport y con sneakers en lugar de stilettos. En los últimos tiempos, la soberana ha caído en el exceso de los tratamientos de belleza, las operaciones quirúrgicas y la medicina estética, cuyo resultado le ha aportado un rostro a menudo alejado de lo natural.
3. Naturalidad ante el hecho de que Leonor y Sofía son hijas de un rey
En otro tiempo, la imagen de las infantas estaba demasiado cotizada por expreso deseo de su madre. Tan solo se exhibían en tres ocasiones: el primer día de colegio, el 12 de octubre -Día de la Hispanidad-, y en el posado de verano en Palma de Mallorca, pese a ser considerado 'acto privado'.
En sus próximos doce meses, Letizia debería permitir que la institución actúe como lo hizo con su marido; y que Leonor empiece a formar parte activa de la institución que representa y que por obligación debe cuidar, mantener y perpetuar.
4. Letizia y el uso de las redes sociales
La reina de España no está presente en ninguna red social y, de hecho, ningún monarca de este país lo ha estado nunca. Es una de las pocas reinas que mantiene la interacción exclusiva con el público tan solo en los actos a los que acude por agenda institucional. No así como otras royals.
Verbi gratia, como Rania de Jornadia quien a través de su cuenta de Instagram -donde atesora 4'2 millones de seguidores- muestra cercanía con el pueblo jordano. Otra cuenta pendiente de Letizia. Y puede que estas útiles herramientas sean el acceso que rompa así definitivamente con la imagen de frialdad y distancia que ofrece en ocasiones.
5. Letizia y la línea del reciclaje
Al contrario de otras representantes de la realeza europea, la reina ha conseguido 'normalizar' el acto de repetir atuendo para su agenda ordinaria y del día a día. "La reina del reciclaje" -la han llegado a llamar- debería continuar en esta línea -aún más, si cabe-. Debe evitar a toda costa la opulencia. Si bien hasta la fecha no ha llevado ninguna prenda de estreno tras las vacaciones de verano, sí que se atrevía Letizia a lucir el pasado miércoles unos nuevos y espectaculares pendientes de oro blanco y diamantes de la firma española Gold & Roses. Su precio, 1.565 euros.
Letizia afronta un año en el que, de nuevo, debe poner en prácticas las bases que se presumían iban a caracterizar el reinado de Felipe, su rey. El rey. El concepto de austeridad y el escudo de la meritocracia, ahora más que nunca y a flor de piel. Letizia, como en todas las demás cosas, aquí también tiene su gran porción de responsabilidad. Ahora sí, Alteza... ¡Feliz cumpleaños!.