Mientras la flor y nata de la sociedad española (y parte de la internacional), se reunía en Asturias para celebrar los Premios Princesa de Asturias, presididos por Felipe (50) y Letizia (46), había una ausencia sonada, aunque no extraña: el rey Juan Carlos (80).
Desde que se hicieran públicas las cintas de Corinna, el rey emérito ha estado excluido de la agenda oficial de Casa Real, por lo que tampoco se le esperaba este día. A solo 400 kilómetros del Teatro Campoamor, Juan Carlos también presidía un acto acompañado de su hija, la infanta Elena (54). Se trataba de una cena solidaria de la Asociación Española Contra el Cáncer en el Real Club Naútico de Sanxenxo.
En el salón del que se ha convertido en el refugio del rey emérito desde su abdicación, un total de 250 invitados recibieron al monarca y a la infanta con un caluroso aplauso mientras el rey saludaba a algunos de los invitados.
Una cena solidaria con Juan Carlos y la infanta Elena como presidentes siempre es una apuesta segura, y en este caso las pruebas dan fe de esta teoría: se consiguió un lleno completo en menos de una semana. En la velada también estuvieron presentes el vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda (50); el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín (60) y una nutrida representación del equipo Movistar de vela.
Alejado de los eventos oficiales
Desde que se hicieron públicas las cintas de Corinna, en las que se desvelaba que Juan Carlos la utilizaba como testaferro, el rey emérito ha quedado excluido de los actos oficiales de la Casa Real. Ya al poco de conocerse el contenido de los audios, durante las vacaciones de la Familia Real en Mallorca, el monarca tuvo que trastocar sus planes.
Pocos días antes de que comenzara la tradicional regata en la isla, todo estaba preparado para recibir a Juan Carlos, que volvería a participar a bordo del Bribón, informaciones que JALEOS pudo confirmar de mano de los organizadores. Sin embargo, tras hacerse pública esta noticia desde Casa Real emitieron un comunicado anunciando que el monarca finalmente no participaría por motivos de salud.
Unos problemas en la muñeca que evitarían no solo que el rey navegara, también que se pudiera tomar la primera imagen de Felipe y su padre tras hacerse públicas las cintas de Corinna, una de las imágenes más buscadas. Muchos se apresuraron a barajar que tras la ausencia no había un verdadero problema de salud, sino un movimiento por parte de Casa Real para evitar el encuentro entre padre e hijo.
Desde entonces, la agenda del rey Juan Carlos es todo un misterio, y salgo imágenes furtivas o eventos en solitario como el de este fin de semana, el monarca distribuye su tiempo entre la vela (sobre todo en Sanxenxo) y los distintos actos sociales.
[Más información: El "cadáver" del peluquero de la Zarzuela y otros oscuros episodios en la vida de Sofía]