Es cierto, muchas veces nos vestimos acordes a nuestro estado de animo. Lo dicen varios estudios científicos. Y con esto queda claro que nuestra reina Letizia (46 años) esta mañana se siente muy gris.
El acto tampoco era para echar cohetes, sin ánimo de ofender a nadie, ya que se trataba de la reunión, en el Palacio Real de Madrid, con los patronos de la fundación Princesa de Girona. Muchas manos que dar y una fea mesa de trabajo.
Aunque Letizia ha querido darle un toquecillo al tema, para que hablemos de algo de este acto, y ha estrenado vestido. Se trata de un modelo de Massimo Dutti, su favorita junto con Uterqüe, de la familia Inditex. Si os gusta lo tenéis a la venta en la web por 100 euros.
Estampado en príncipe de Gales y hecho en lana cien por cien, es un poco raro, porque la abotonadura de la falda hace que el vestido parezca más de verano que de invierno. Es mono, la verdad, pero soso, sosísimo.
La reina lo ha combinado con unos salones de Magrit en animal print azul y la cartera que va a juego. Es imposible calcular el número de pares de zapatos que debe tener Letizia en su armario, porque es un estreno semanal.
Como joyas, volvemos a la rutina diaria de solo usar pendientes. Esta vez le ha quitado a los aros de Bulgari la lágrima de aguamarina que suelen llevar colgados y los ha lucido solos. Así van a acorde con el look, gris y soso.
El caso es que el outfit de este martes pasara al olvido de los looks de la reina o simplemente al número uno en el ranking de los más aburridos.
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