La reina Sofía (80 años) premió este miércoles en el Instituto Español Reina Sofía (Nueva York) al tenor Plácido Domingo (77) y a la oftalmóloga Elena Barraquer. Los españoles fueron reconocidos por su excelencia y por ser "ejemplo de cómo la sabiduría puede ser utilizada en beneficio de la humanidad", según destacó la emérita.
Se otorgó estos galardones en una gala celebrada en el Metropolitan Club, un elegante espacio situado en la Quinta Avenida y frente a Central Park. Fue un acto, con recepción y una comida posterior, durante la cual se emitieron vídeos sobre la carrera de los dos destacados españoles premiados.
"Mi buen amigo Plácido es una inspiración constante y siempre espero sus visitas cuando viene a España. Su música me trae alegría y su trabajo humanitario lleva el regalo de la música a muchos", expresó la reina, que tiene una "relación de mucho cariño" con el tenor.
El maestro explicó a un grupo de periodistas esta relación, y aseguró que consideraba un "doble honor" haber sido distinguido por la entidad dos veces: en 1981, cuando se llamaba Instituto Español, y ahora con el premio Sofía, tras la renovación que acometió la institución en 2003 y por la que fue renombrado para reconocer a la reina (Queen Sofia Spanish Institute, QSSI).
Ejerció de maestro de ceremonias de la gala el doctor Fernando Aleu, presidente del QSSI, que alabó las cuerdas vocales del tenor como una "grandeza médica" sin igual "en el planeta", y agradeció su asistencia al acto, ya que esa misma tarde actuaba en la Ópera del Metropolitan.
"No hay otra estrella de ópera que cinco horas antes de meterse en el papel venga a una comida", bromeó. Por su parte, Domingo respondió que, afortunadamente, después de 50 años cantando en Estados Unidos no han tenido que cambiarle las cuerdas "como a una guitarra".
La reina Sofía también premió a Barraquer, de quien señaló sus logros médicos que son "igualmente impresionantes". "Se ha embarcado en una misión increíble para devolver la visión a aquellos cegados por las cataratas y sin recursos, y se ha convertido en un modelo ejemplar para muchos doctores", recordó.
La oftalmóloga, que practica operaciones de cataratas sin ánimo de lucro "por pasión" hacia su trabajo y hacia la gente, declaró que de 40 millones de personas ciegas en el mundo la mitad lo son por esta enfermedad "fácil, o relativamente fácil" de intervenir quirúrgicamente.
"Hay que pensar en los niños, porque en África, sobre todo, si un abuelo está ciego normalmente es una niña la que viene sacada del colegio para que lo cuide. Si a ese abuelito le devuelves la visión, le devuelves a la niña la posibilidad de una educación y con ello la posibilidad de mejorar su calidad de vida", explicó.
La reina consideró al QSSI, que cumple este año su 65 aniversario, un "ejemplo de amistad", y se declaró "honrada" por dar los premios de excelencia a "personas sobresalientes".
"Sofía significa sabiduría en griego. No es mi culpa, me lo pusieron mis padres" dijo arrancando risas entre el público, "pero estos premios son ejemplo de cómo la sabiduría se puede utilizar en beneficio de la humanidad", añadió.
Los invitados, entre los que se encontraban Ana Godó, Pepe Fanjul, Carolina Herrera (79) o Mariano Puig, degustaron un menú con salmón horneado a la mostaza y regado con vinos de Jorge Ordóñez en el imponente salón principal del Metropolitan, con pinturas de ángeles en la bóveda y que da al popular parque central neoyorquino.
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