No ha iniciado Carlota Casiraghi (32 años) el nuevo año de la mejor forma posible. La hija del fallecido Stéfano Casiraghi y la princesa Carolina de Mónaco (61) ha disuelto su compromiso con el productor de cine Dimitri Rassam (36). El punto final de su idilio amoroso, que iba camino de los dos años, llega tan solo dos meses después del nacimiento de su primer hijo en común: el pequeño Balthazar, que vino al mundo el pasado 23 de octubre en el hospital Princesa Gracia de Mónaco.
El enlace entre Carlota y el hijo de la actriz Carole Bouquet (61) estaba previsto para el primer trimestre de este año. Ambos ya tenían fijado el lugar de la celebración, -la Provenza francesa-. En cambio las tensiones, la "incompatibilidad de caracteres" y las fuertes discusiones entre ellos -algunas incluso en público para sorpresa de los viandantes de un parque de Montecarlo- han terminado dinamitando su relación, y por ende, su compromiso matrimonial, según señala la revista ¡HOLA! en su último número.
No son los Grimaldi miembros al uso dentro del núcleo europeo de las Casas Reales. Siendo quizá la más atípica de las diez familias reinantes del viejo continente, ya se observa cómo Carlota está siguiendo la estela de su madre, Carolina de Mónaco. A sus 32 años, atesora seis grandes nombres de varón en su arsenal amoroso. El considerado 'su primer amor', el noble austriaco Hubertus Herring-Frankesdorf, Felix Winckler, Alex Dellal, el actor marroquí Gad Elmaleh -padre de su primer hijo, Raphäel-, el director italiano Lamberto Sanfelice y su último: Dimitri Rassam, progenitor de su segundo hijo y de quien se acaba de separar. Por el momento, Carlota tiene dos retoños de dos parejas diferentes: Raphael Elmaleh de cinco años y el pequeño Balthazar Rassam, recién nacido. Es precisamente por este este último por el que la expareja acudió hace tan solo una semana al hospital infantil de urgencias Necker de París: su última fotografía juntos.
Pese a la pasión que la princesa Charlotte -su nombre original en francés- ha mostrado con todas sus parejas, con ninguno de ellos ha logrado dar el paso de casarse; sacramento imprescindible en las bases ideológicas de la monarquía. La nieta de Grace Kelly continúa ahora la estela de su madre, Carolina de Mónaco, ambas en su versión más celebrity que miembro de una institución tan conservadora como la monarquía. Al menos en lo que respecta a su vida sentimental. Carolina de Mónaco se ha dado el 'sí, quiero' hasta en tres ocasiones y tiene cuatro hijos de quienes fueran sus maridos.
El primero de ellos fue Philippe Junot, con quien estuvo casado desde 1978 hasta 1980. Su segundo esposo fue el considerado el gran amor de su vida, Stéfano Casiraghi, padre de sus tres primeros hijos -Andrea, Carlota y Pierre-. Tras enviudar, encontró de nuevo la ilusión junto a Ernesto de Hannover (64), su tercer esposo y padre de su hija pequeña, Alexandra, que este año cumplirá 20. Desde 2009, la princesa Carolina y Ernesto están separados de facto, aunque no consta divorcio oficial.
En este sentido también merece mención la benjamina del príncipe Rainiero de Mónaco, Estefanía (53), hermana pequeña de Carolina y tía de Carlota. La princesa Estefanía ha vivido tres intensos romances oficiales. El primero de ellos con su guardaespaldas, Daniel Ducruet (54), con quien se casó en 1995 y con quien tuvo dos hijos Louis (26) y Pauline (24). Dos años después de su divorcio en 1998 -tras la publicación de las explícitas imágenes en las que Ducruet le era infiel-, nació su hija Camille. Un bebé cuya paternidad fue todo un misterio hasta que la propia Casa Grimaldi informó de que era de Jean Raymond Gottlieb, otro guardaespaldas real. En 2003 contrajo matrimonio con el acróbata de circo hispano-luso Adans López Peres (43), quien tras su divorcio aceptaba participar en la segunda edición de Gran Hermano VIP en Telecinco.
Ahora es Carlota, la niña de los ojos de su madre, quien no termina de encontrar al príncipe azul con quien escribir su historia de cuento soñado. Su discreta relación con Rassam -que tardó un año en salir a la luz- termina de la misma forma. Silencios, ausencia de comunicados y con la rumorología de una grave crisis iniciada el pasado mes de agosto. Concluye su historia de amor y por tanto, su boda, un enlace con giros inesperados y que en principio iba a celebrarse el pasado verano, pero que finalmente tuvo que posponerse por el embarazo de la novia.
[Más información: Carlota Casiraghi da a luz a su segundo hijo]