Este miércoles por la mañana en Madrid, la reina Letizia (46 años) ha tenido uno de esos actos que a ella tanto le gustan. Una de esas jornadas de mesa de trabajo que le dejan demostrar que ella también trabaja y mucho. Se trataba de una reunión con la FAD -Fundación de Ayuda contra la Drogadicción- de la que ella es presidenta de honor.
Como tal, se ha vestido la reina, de working girl, pantalón, camisa y chaqueta. Sin llamar mucho más.
Pero hay algo que nos ha llamado mucho la atención: su cara. Letizia niega, en privado, que se haya hecho ningún tipo de operación estética en el rostro, y nosotros no somos nadie para contradecirla, pero hay muchas formas de rejuvenecer el aspecto sin pasar por el quirófano, y eso parecer ser lo que le ocurre a la mujer de Felipe VI (50).
Hablando ya del look, la reina ha elegido uno de sus muchos uniformes de trabajo. Ha lucido una chaqueta tipo casaca de Zara que estrenó hace un par de inviernos en un viaje a Portugal. Una camisa blanca de Hugo Boss, que se la podía haber metido por dentro del pantalón negro y unos salones de la misma firma en negro con efecto piel de cocodrilo. Como complemento una cartera, también alemana de estilo aburrido.
En joyas, de nuevo, solo pendientes. La reina ha elegido los que tienen forma de zigzag en oro blanco de 18 quilates y diamantes. Son de la marca Gold & Roses y cuestan 1.565 euros.
En definitiva, que esperemos que mañana, en los Premios del Deporte la cosa mejore, porque esta semana está siendo sosa, muy sosa.
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