Este miércoles no era su día. No había que destacar y para ese tipo de situaciones la reina Letizia (46 años) es una maestra. Al rey Felipe (50) le han entregado en el Teatro Real de Madrid el premio World Peace and Liberty Award y ha sido un día para ser discreta.
Ha sido una mañana en la que apoyar al Rey, para estar a su lado en este homenaje y para ello, nada mejor que repetir un look que fue bastante alabado. Así te aseguras de que esta vez nadie te va a acusar de robarle el protagonismo a nadie.
Letizia ha elegido un vestido silueta New look. Una vez más se muestra adicta a este tipo de trajes años 50 que ella considera que le quedan tan bien. Se trata de un diseño de la línea New York de Carolina Herrera en seda dura en tono azul marino con líneas horizontales blancas. Solo las mujeres con cuerpos diez, como el de nuestra Reina, pueden llevar este estampado, que normalmente aumenta kilos en vez de quitarlos. La pieza tiene el cuello redondo, dándole un toque algo monjil y manga tres cuartos. El largo de la falda es hasta la rodilla, lo que le da el aspecto perfecto para un acto como este.
El vestido lo estrenó en su reciente visita de Estado a Perú. Se puede conseguir por casi 3.000 euros en las webs de moda más in.
Igual que el día que lo estreno, la Reina lo ha combinado con una cartera de mano en color blanco roto con cierre de metal dorado de Furla. Se trata del modelo metropolis, esta no es de las caras, cuesta 150 euros y la podéis encontrar en la web de la marca francesa en muchos colores.
Lo que sí ha cambiado son los zapatos, en el mes de noviembre en Perú eligió unos salones negros y este miércoles ha preferidos unos black&white con tacón de ocho centímetros. Son de la firma Magrit, hechos a medida para ella.
Y como en este evento su objetivo era pasar parcialmente desapercibida, no hay nada más discreto que unas perlas. Pero de nuevo deja de manifiesta esa especie de manía que tiene la Reina con tener prendas y accesorios en su armario que son súper parecidos entre sí pero que en pequeños detalles son distintos. Porque los pendientes de esta ocasión no son los que lleva siempre, son nuevos. La perla no tiene un diamante grande arriba y cuelga de siete diamantes y son propiedad del joyero de la Casa Real española, los otros son suyos, de su colección privada. Pero se parecen tanto que es difícil diferenciarlos.
Además, la Reina ha tenido que buscar un outfit que le viniera bien para, tras terminar en el Teatro Real, volver a Zarzuela para celebrar un almuerzo en honor del presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa. Esta comida le hace especial ilusión a Letizia, ya que su relación con el mandatario luso es muy estrecha, de hecho, la esposa de Felipe VI y sus hijas pasaron unos días de descanso en la casa que Sousa tiene al sur de su país.
En cuanto al aspecto beauty parece que Letizia ha dejado atrás los labios llamativos, que tanto gustaron en otras épocas, y ha elegido un maquillaje suave y ligero, destacando sobre todo sus ojos con un marcado eyeliner.
Esta semana laboral tiene seis días para la Reina, ya que tendrá que trabajar el sábado en la entrega de una Bandera a un regimiento de la Guardia Civil, ¿llevará peineta? Tendremos que esperar.
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