Letizia, la reina sin peineta pero con helicóptero
La esposa de Felipe VI ha acudido este sábado a Paracuellos del Jarama para amadrinar la brigada paracaidista 'Nápoles' nº 4.
23 febrero, 2019 14:18Noticias relacionadas
A la reina Letizia (46 años) le ha tocado trabajar este sábado. A las 12 del mediodía Letizia estaba en Paracuellos del Jarama en la base del Príncipe para amadrinar y entregar la Bandera de Regimiento 'Napoles' nº 4 de paracaidistas. La Reina ha llegado en helicóptero, cosa que nos llama la atención, porque no creo que hubiera tenido problemas de tráfico. Igual incluso sale más barato que en coche, no lo sé, pero vamos, que todo era en Madrid.
No es un sábado normal en la capital. Los termómetros marcan temperaturas más de primavera que de invierno. Al sol hace calor. Así que cuando la esposa de Felipe VI (51) ha llegado a la plaza donde se ha desarrollado el acto y ha pasado revista a las tropas, se ha debido dar cuenta del gran error que ha cometido al elegir vestuario.
La Reina es una Reina sin peineta. Eso también ha quedado claro. Este tipo de actos, de entregas de banderas a nuevos regimientos por parte de las mujeres de la Familia Real, son heredados de su suegra, la reina Sofía (80). También las dos infantas, Elena (55) y Cristina (53), lo hicieron en alguna ocasión. Las Borbón de Grecia, incluida la madre de Felipe VI, siempre lo hacían vestidas de negro (como manda la tradición) y en la cabeza la peineta y la mantilla española.
A Letizia nunca le gustó la idea. Como Princesa de Asturias lo hizo solo una vez, lo de lucir mantilla, y en cuanto llegó al trono, cambió la tradición, se deshizo de la peineta y comenzó a vestir con color, adiós al negro.
Este sábado la Reina ha dejado la famosa peineta en Zarzuela y el termómetro también. Cuando ha terminado de pasar revista a las tropas, ha accedido a la tribuna para escuchar el himno de España, la Reina le ha entregado la bandera al capitán y le ha dado las gracias por dejarle ser su madrina. La temperatura en la plaza era de 22 grados y pegando el sol. El Varela elegido ha debido resultarle una pesadilla.
La Reina ha sacado de su armario un vestido-abrigo del diseñador madrileño confeccionado en tweed blanco roto, bordado a mano en cristal y georgette negro formando flores. La Reina lo estrenó en la celebración del Día de la Hispanidad hace dos años.
Se habló mucho de él entonces porque acusaron a Varela de haber copiado un modelo de Óscar de la Renta. Pero dejando de lado toda clase de polémica, yo solo puedo pensar en el calor que le ha debido dar esta mañana el tweet prensado.
De todas formas Letizia no hizo mucho caso de aquellas acusaciones de plagio, ya que volvió a llevarlo a la entrega del Premios Cervantes de 2017, y en abril del año pasado para un almuerzo en Zarzuela.
Como complementos ha elegido unos salones destaponados también de Varela, que se pone muy poco, la verdad. En representación al mundo de las joyas sólo ha escogido unos pendientes. De nuevo ha lucido las plumas de Chanel (igual ha sido su pequeño homenaje a Karl Lagerfeld) valorados en casi 7.000 € y que le regalo su 'colega' Rania de Jordania (48).
El acto, que requiere de una solemnidad máxima, la Reina ha acertado al recogerse el cabello en un moño bajo y raya al medio. Un look serio para un momento muy importante para los militares y sus familias.
Letizia ha terminado su semana en sábado, pero no tendrá que volver a trabajar hasta el miércoles, así que tiene tiempo para descansar y sobre todo, para quitarse el sofocón que se ha debido llevar en este día. Alguien en Zarzuela debería comentarle la temperatura ambiente para que se vista acorde a ella, ya que no es la primera vez que le pasa, y me temo, que no será la última.
[Más información: Letizia, las horas de gimnasio que esconden sus musculados brazos]