El presidente de Perú, Martín Vizcarra (55 años), y su esposa se despiden de nuestro país y ponen punto final a su visita de Estado ofreciendo una cena en honor a los reyes Felipe (51) y Letizia (46) en la que ha sido su residencia oficial en Madrid durante 48 horas: el Palacio de El Pardo. El mandatario peruano ha estado solo, sin la compañía de su mujer, Maribel Díaz (48), a la que al parecer algo de la cena en el Palacio Real de este miércoles le sentó mal y se encuentra indispuesta. Esa es la misma razón por la que esta mañana no la hemos visto en la inauguración de ARCO.
Este jueves por la noche, la Reina se ha vestido de nuevo de princesa Disney pero menos al estilo Cenicienta y más al de Elsa de Frozen, ya que el color elegido para la velada ha sido el gris nieve. Letizia ha recuperado de su armario un vestido de punto, de manga corta, súper ceñido y de corte midi con pequeñas aplicaciones de lentejuelas y strass en forma de estrella. Es un traje que pertenece a la colección de otoño de 2018 de la firma Nina Ricci. Ya sabemos que esta marca es parte de la empresa española de textil y perfumería Puig, lo mismo que Carolina Herrera y con los que la esposa de Felipe VI mantiene una estrecha amistad.
La Reina estrenó este vestido en mayo de 2017 durante la cena aniversario de la agencia de noticias Europa Press. Aquella noche, Letizia lo llevó sin el cinturón fino que ha lucido hoy marcando su cintura. Otra cosa que ha cambiado ha sido el peinado. Para aquella cita, la esposa de Felipe VI lució una coleta bubble que era tendencia la primavera de entonces y de la que todo el mundo habló. Este jueves en El Pardo ha preferido llevar la melena suelta con unas ligeras ondas.
Lo que no ha cambiado para combinar con este vestido en gris nieve son las sandalias. Se trata de un modelo de Magrit -el Artemisa- con un vertiginoso tacón de 11 centímetros no apto para todas las mujeres. Están hechas en charol y piel metálica en tono plata y están a la venta en la web de la firma española por 390 euros. Este modelo lo tiene en cuatro colores más que le hayamos visto.
Como joyas, solo los pendientes de Chanel que le regaló Rania de Jordania (48) de casi 7.000 euros. Lo que no ha cambiado mucho respecto a este jueves por la mañana ha sido el maquillaje. Parece que Letizia ha dejado atrás los labios llamativos y este invierno le está dando fuerte a los labiales de tonos nude.
Y ahora sí, con este acto termina una semana de cuento. Corta porque empezó el miércoles y termina el jueves, pero en la que hemos sido una Cenicienta, Maléfica y esta noche la Reina del Hielo.
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