Está siendo un abril atípico. Lo normal es que los Reyes celebren el almuerzo en honor al mundo de las letras en el Palacio Real, y al día siguiente entreguen en la universidad de Alcalá de Henares el Premio Cervantes. Sin embargo, este año la cosa ha sido al revés. El martes estuvieron en la localidad de Cervantes con la galardonada, la poetisa Ida Vitale (95), y este miércoles han celebrado la comida con el mundo de la literatura.
Este es un acto que le gusta especialmente a Letizia (46 años), se rodea de sus escritores favoritos con los que charla de forma distendida después de comer, en el café que se ofrece luego. La jornada termina cuando llega la hora de recoger a las niñas del colegio, razón que ella da sin problemas para despedirse de sus invitados con cariño.
Pues a pesar de que le gusta mucho este almuerzo, Letizia no ha acertado con su look de este martes.
Aunque, lo primero es lo primero, lo que es novedad. La Reina ha llevado un anillo. Sí, es cierto, por primera vez desde que se quitó el famoso aro de color verde que dio tanto que hablar, hemos vuelto a ver una joya en las reales manos de la esposa de Felipe VI. Es un círculo dorado, sencillo y de un estilo muy minimal, de los que se llevan tanto ahora.
Aunque puede que nunca nos enteremos quién se lo ha regalado ni su valor sentimental, de eso se debe tratar porque estilísticamente no es que sea muy destacable, estamos seguros de que Letizia lo ha lucido por alguna razón. Sea cuál se está, nos encanta.
Lo demás del outfit es repetido. La Reina ha vuelto a lucir el vestido con el que fracaso en su reciente viaje a Londres, donde inauguró junto al príncipe Carlos (70), una exposición sobre el Sorolla. Se trata de un vestido de cóctel de seda estampada en grandes flores, que lo cierto es que no le favorece nada.
Las mangas están mal ajustadas y el talle del traje le queda demasiado alto, es difícil pensar cómo puede respirar. Es, de nuevo, de Carolina Herrera. Parece que hemos abandonado a Felipe Varela por la diseñadora venezolana de forma definitiva.
Lo que si son distintos son los pendientes. Esta vez ha combinado el traje con una pieza larga en oro de la firma catalana Tous, que tiene en su joyero desde hace muchísimos años y que hacía tiempo que no le veíamos.
Como complementos ha elegido los salones de Nina Rici en ante azul y la cartera que va a juego con estos zapatos.
Para el almuerzo, la Reina ha lucido la melena suelta, dejando libres sus canas y ha llevado un maquillaje un poco excesivo para ser un acto de mediodía, aunque nadie podrá decir que no estaba guapa.
A pesar de estar en campaña electoral, la agenda de Letizia sigue a tope y el jueves tendremos otra de las citas que más le gusta en su calendario: la entrega de los premios de literatura infantil SM y Barco de Vapor, donde se reencuentra con viejas amigas para pasar una tarde divertida.
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