Alejarse del bullicio de Madrid es lo mejor que le puede pasar a la infanta Pilar de Borbón (83 años) tras su delicada operación debido a una obstrucción intestinal el pasado mes de febrero. En Mallorca, concretamente en el municipio de Calvià, la tía del rey Felipe VI (51) tiene la calma que anhela en su fabulosa casa en la urbanización Sol de Mallorca. No suele prodigarse mucho en saraos y los residentes de la isla aseguran que no solo viene en verano, sino que también se pega sus escapaditas en otras épocas del año.
Una de las grandes pasiones de la infanta, conocida popularmente como doña Pi, es ir a misa. Sin duda, es su auténtica devoción. El pasado 4 de agosto acudió por sorpresa a la misa de la ermita de Portals Nous, un lugar pequeño ubicado sobre un acantilado precioso. Allí el padre Pep Toni ofició su homilía al aire libre a las ocho de la tarde. Con la brisa del mar y entre los pinos, de repente, doña Pi apareció con su porte borbónico y vestida de manera informal con camisa, pantalón, sombrero de paja y calzado veraniego para leer unos salmos.
Su voz era potente y su presencia imponía, pero su delicado estado de salud hacía que se moviera de forma atenuada. Allí también coincidió con Adolfo Suárez (55), su mujer Isabel Flores y, como no, Mayte Spínola, prestigiosa artista y mecenas que ejerce de fiel escudera y amiga del alma de la infanta Pilar. También estuvo acompañada por uno de sus nietos, un gigantón de unos dos metros de altura. En esta ocasión faltó otra de sus grandes amistades, Birgitta de Suecia (82), hermana del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia (73). La gente que la rodea siempre actúa como su 'guardia pretoriana' impidiendo educadamente que la gente se acerque a la infanta Pilar. Aunque todo hay que decirlo, todos son muy discretos.
Una de las asistentes a la misa ha confesado a JALEOS que "siempre que he coincidido con ella se implica mucho. Es una mujer que acude a todas las misas de la zona en diferentes días y a diferentes horas de la semana. Se informa como cualquiera de nosotros". El padre Pep Toni es alguien especial. Es muy divertido, gran orador, muy televisivo, rompedor, moderno y le da un enfoque muy original a sus misas y homilías. La amistad entre él y la infanta Pilar es más que evidente.
Esta misma fuente asegura que la hermana del rey Juan Carlos I tiene una especie de ruta eclesiástica en la zona de Calvià que no suele perderse. Por ejemplo, también acude a la parroquia de Son Ferrer, que suele realizar procesiones; se la puede ver en la de Palma Nova, cuyas homilías pueden ser bilingües y originariamente iba en la parroquia de Magaluf, "pero como hacen misa a primera hora de la mañana todos vamos menos, ja, ja".
La semana anterior cumplió 83 años. No hizo una gran fiesta, pero sí un encuentro privado en casa con sus amigos más íntimos. Los que forman su mini corte.
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