Iñaki Urdangarin (51 años) ha vuelto a la primera línea de la actualidad informativa con su segunda salida temporal de prisión. Fue el pasado martes 17 de septiembre cuando le concedieron un permiso por el que podría acudir dos días a la semana (martes y jueves) a un centro a realizar un voluntariado durante ocho horas cada día. La primera vez que se pudo ver públicamente al marido de la infanta Cristina (54) tras 15 meses en la cárcel de Brieva fue el pasado jueves 19 de septiembre.
Este martes 24 de septiembre por la mañana, el cuñado del rey Felipe VI (51) ha vuelto a abandonar el centro penitenciario abulense para trasladarse hasta Don Orione, el lugar "donde buscan fomentar los valores cristianos, de las personas con discapacidad intelectual y orionistas", según desvelan en una de las páginas web de la congregación a la que acude Urdangarin. Si hace justo cinco días se le veía entrando con un aspecto saludable y lozano, este martes ha aparecido con el rostro bastante desmejorado, algo envejecido, pero lanzando un mensaje reivindicativo. El exduque de Palma ha llegado en torno a las 10 horas de la mañana, luciendo una camisa en color verde oliva, un pantalón beige con un cinturón del mismo color y una bolsa oscura de la marca sostenible Ecoalf.
En la cara principal del bolso, a modo pintada, se puede leer el lema ecologista más famoso de los últimos tiempos: 'Because there is no Planet B' ("Porque no hay un Planeta B") haciendo un claro juego de palabras con la frase "porque no hay un Plan B".
Ecoalf es una marca de moda española fundada por el empresario Javier Goyeneche en el año 2015. La firma es pionera en reutilizar botellas de plástico para confeccionar, a continuación, prendas de ropa. Desde que se fundase la empresa, Ecoalf es líder es gobernar un movimiento internacional con el objetivo de limpiar mares y océanos. El resultado del trabajo de Goyeneche sobre sus prendas técnicas se ha convertido en objeto de deseo de influencers, it-girls y ahora también de algunos miembros de la familia del Rey.
Sin pronunciarse de manera verbal, con esta bolsa, Iñaki Urdangarin muestra su preocupación por el cambio climático justo en los días en los que en la ONU está teniendo lugar una cumbre mundial precisamente sobre lo que los expertos llaman "el mayor desafío de nuestro tiempo".
En la muñeca, Iñaki Urdangarin ha vuelto a lucir su reloj negro, estilo deportivo, y digital; y la misma pulsera de tela en color rojo que llevó hace cuatro días en su primera salida de la cárcel. Este último complemento tiene un significado especial para el exjugador de balonmano, ya que tanto la infanta Cristina como sus hijos tienen estas cintas con la palabra Battambang, que hacen alusión a la segunda ciudad de Camboya. En sus pies, zapatillas deportivas en color negro y calcetín tobillero en color blanco.
En torno a las 18 horas de la tarde, Urdangarin volverá a ingresar en la prisión en la que cumple desde junio de 2018 la condena de cinco años y 10 meses que le impuso el Tribunal Supremo por prevaricación, malversación, tráfico de influencias, fraude y dos delitos fiscales. Continuará repitiendo estas salidas voluntarias después de que el juez de Vigilancia Penitenciaria 1 de Castilla y León, Florencio de Marcos, las autorizase, en contra del criterio de Instituciones Penitenciarias y de la Fiscalía.
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