El jet lag que debe tener Letizia (47 años) debe ser de órdago. Tiene que estar cansada ya que tras los premios Princesa de Asturias tomaron rumbo hacia Japón, para acudir a la entronización de Naruhito donde sacó la artillería pesada con las mejores joyas de la corona, y estrenos de lujo. Ha llegado el turno de Corea, y en el aeropuerto de Seúl la Reina ha lucido un outfit con el que ha quedado claro que esto es así. Ha sido mucho tute y se nota.
La Reina ha elegido el color blanco para aterrizar en en el país asiático. Los Reyes han pisado esta madrugada suelo coreano, el del sur claro. Comienza así su primera visita de estado al país asiático. Letizia ha vestido para bajarse del avión un look white&black muy de working girk vamos, lo que es ella, muy de ejecutiva.
El caso es que puede que ella no se haya dado cuenta que vestir de color blanco en Corea puede significar dos cosas: o que eres una mujer enamorada o que eres viuda. Espero que Letizia haya elegido la primera opción.
La Reina ha sacado del armario uno de sus muchos vestidos comodín, esta vez en blanco. Son de esas prendas que tanto le gustan, de las que debe tener una centena, ya que resaltan su figura por llevar el patrón estilo lápiz. El traje, que no tiene mangas, esta firmado por Hugo Boss y la última vez que lo vimos fue en una audiencia en Zarzuela el 10 de julio de 2018. En aquella ocasión lo llevó con un cinturón con agujeros troquelados, y esta madrugada en Asia lo ha lucido con uno mucho más sencillo, pero que marca bien la cintura.
La Reina lo ha combinado con otro comodín para cualquier armario femenino, una blazer negra que estrenó el pasado domingo cuando tomó rumbo hacia Japón. Es una chaqueta que es parte de un traje de Carolina Herrera que estrenó ese mismo día. Es una forma también de ahorrar espacio en la maleta, problema que debemos tener todas las mujeres, seas reina o no.
En la mano la esposa de Felipe VI (51) ha llevado la mítica cartera de mano, esta vez se trata de un modelo negro que se dobla para cerrarse y que termina en un ribete dorado. Es de Carolina Herrera también.
En los pies los salones negros destalonados en ante de CH que lleva calzando todo el verano y que estamos deseando que empiece a nevar para verle otros zapatos.
El caso es que ya hemos pisado suelo coreano, de forma correcta pero sufriendo un jetlag también a la hora de vestir, que esas cosas también pasan.
En este ritmo que llevan los Reyes ha sido llegar a Corea y empezar a trabajar. Han debido de pasar por el hotel para dejar las maletas y salir hacia su primer acto de agenda. La cita ha sido en el palacio presidencial de Cheong Wa Dae, donde han tenido un encuentro con el presidente coreano Moon Jae (66) y su esposa Kim Jung Sook (64).
Para la cita con el mandatario coreano Letizia ha vuelto a tirar de armario. La Reina ha lucido un vestido de Carolina Herrera que estrenó en Londres. Fue el pasado 13 de marzo cuando acudió a la capital británica para inaugurar la exposición Sorolla: A Spanish Master of Light en la National Gallery acompañada del príncipe Carlos de Inglaterra (70).
Se trata de un vestido de cóctel de seda estampada de grandes flores firmado por Carolina Herrera que, si entonces ya dijimos que no le favorecía, pues este miércoles tampoco lo vemos. Las mangas están mal encajadas y el talle es demasiado alto. Pero a ella parece que le gusta, ya que volvió a repetirlo en abril durante el almuerzo de las letras con motivo del Premio Cervantes.
Como zapatos ha llevado los salones de ante azul de Nina Ricci y en sus manos una cartera a juego de la firma española Magrit.
Como joyas, sin duda este va a ser el viaje de los joyones, la Reina ha lucido unos pendientes de diamantes y zafiros, que ya llevó en el concierto del cuarenta aniversario de la Constitución y cuyo origen sigue siendo un misterio, a juego con una pulsera con las mismas piedras que estrenó en el quinto aniversario de la proclamación.
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