Kate Middleton (37 años) ha cerrado su agenda oficial con una inauguración muy especial. La Duquesa de Cambridge ha acudido a la pequeña localidad de Framingham Earl, a unas dos horas de Londres, para inaugurar el nuevo hospital infantil The Nook Children Hospice.
La esposa del príncipe William (37) es la patrona del East Anglia's Children's Hospices y por eso su visita a este nuevo centro infantil era imprescindible. De lo más sonriente y cariñosa, Kate saludó a todos los ciudadanos que durante horas habían estado esperando su llegada.
Para esta ocasión, la nuera de Carlos de Inglaterra (70) escogió un dos piezas de Óscar de la Renta que le sentaba de maravilla, según la opinión de los expertos. Y dentro del hospital habló con los padres de los niños ingresados, mostrando su interés por los más pequeños. Estas imágenes muestran a la Kate Middleton habitual, sonriente y simpática. Las últimas polémicas de la Casa Real Británica no han borrado la sonrisa de su rostro. Y es que, la última decisión de Harry y Meghan Markle (38) no ha sentado nada bien en el seno de la Familia Real. Alejados completamente de los suyos, los Duques de Sussex se preparan para vivir la primera Navidad de su hijo Archie en Estados Unidos. Sin comprender muy bien qué es lo que le ha podido pasar a la actriz norteamericana con la sociedad británica, lo cierto es que las aguas están más revueltas que nunca. Por su parte, Kate Middleton y el príncipe Guillermo se limitan a continuar con su agenda oficial de actos.
Hermanos distanciados
Fue el duque de Sussex quien habló de su vida personal y los problemas con los tabloides británicos en la cadena ITV como parte de un documental, emitido hace unos días, mientras él y su mujer, la duquesa de Sussex, Meghan, hacían recientemente un viaje por África. "Somos hermanos. Siempre seremos hermanos. Estamos ciertamente en este momento en caminos diferentes, pero yo siempre estaré con él -apoyándole- y sé que él siempre estará conmigo", aseguró Harry, después de que los medios conjeturasen en los últimos meses sobre un distanciamiento entre los hijos de Carlos de Inglaterra.
El duque, padre de Archie, de cinco meses, también admitió que tiene que lidiar con las presiones de los medios y su salud mental, algo que ya afrontó tras la muerte de su madre, Diana, Princesa de Gales, ocurrida en un accidente en París en 1997. Harry de Inglaterra reconoció que había superado estos problemas, pero "de repente, todo ha vuelto, y esto es algo que tengo que controlar". "Parte de este trabajo (como miembro de la Familia Real británica) es ponerle buena cara (a las cosas), pero para mí y para mi mujer, hay muchas cosas que duelen, especialmente cuando la mayoría de ellas no son ciertas", agregó.
Sunday Times reveló que los duques de Sussex se han tomado un descanso familiar, sin compromisos oficiales durante seis semanas, tras los esfuerzos por lidiar con la atención mediática. El príncipe Harry de Inglaterra y Meghan Markle se casaron el año pasado pero desde entonces han tenido una relación muy difícil con la prensa, que ha sacado a la luz los problemas familiares de la exactriz estadounidense con su padre, Thomas Markle (75).
Entre otras cosas, el nieto de la reina Isabel II resaltó que "siempre" protegerá a su familia y que no quiere "repetir el pasado", en referencia a las presiones que sufrió su madre de los medios de comunicación antes del trágico accidente de coche. "Todo por lo que ella (Diana de Gales) tuvo que pasar (...) es increíblemente importante cada día y no es que yo esté paranoico, es solo que yo no quiero que el pasado se repita", recalcó.
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