Este 28 de noviembre Iñaki urdangarin (51 años) tiene motivos para celebrar. Tras 17 meses en prisión, este jueves cumple la cuarta parte de su condena en la cárcel de Brieva, donde permanece en la sombra desde el pasado 18 de junio de 2018 obedeciendo la sentencia del juez que falló para él 5 años y 10 meses encierro por un delito de corrupción. Ante esta marcada fecha en el calendario del marido de la infanta Cristina (54), JALEOS acudió a la pequeña localidad abulense para conocer en primera persona el ambiente que se vive en este día tan señalado en su humilde pueblo.
Nada más llegar al destino, el silencio, la calma y la nula presencia de personas por las calles son los tres aspectos que representan la atmósfera del lugar. "Es un pueblo fantasma en invierno, en verano, son 200 y pico, pero al llegar la temporada de frío apenas hay 11 vecinos", explica a este medio uno de los clientes del único bar-restaurante a la entrada de Brieva.
Es por este motivo que cuando el ex duque de Palma puso un pie en la cárcel del sitio el revuelo fue masivo, no ya solo por la presencia de todos los medios de comunicación del país, sino porque en ese pequeño espacio de tres mínimas calles que ocupa el pueblo estaban concentrados más de dos centenares de curiosos.
Desde este mismo establecimiento hostelero se desliza el modus operandi que se lleva a cabo cada vez que alguien del poderoso entorno de Urdangarin acude a visitarle a la cárcel: "Cuando vienen a verle lo hacen con varios coches a la vez; uno se queda esperando en el parking del bar -vigilando la rotonda de entrada al pueblo-, otro se coloca a escasos 20 metros de la puerta principal de la prisión, en una especie de garita que hay, y el tercero es el que entra con la visita en cuestión. Todos esos vehículos tienen los cristales tintados y son de alta gama".
Según el testimonio directo de varios vecinos, la infanta Cristina suele llevar a cabo los vis a vis con su marido cada domingo. Aunque desde hace tres semanas no ha habido rastro de la hermana de Felipe VI (51). Algunos proponen que este hecho puede deberse, o al menos coincide prácticamente con la entrada de una ex jefa de ETA en esa misma prisión. Y es que Anboto, alias de la etarra, planeó un atentado contra Juan Carlos I (81) en su época de reinado cuando ella era líder del comando más activo del grupo terrorista.
Quizá aprovechando la especial fecha de este jueves, la infanta y sus hijos acudan a visitarle o quizá esperen a que sea el propio Iñaki el que cruce la puerta de prisión y se traslade hasta ellos. Porque con este cumplimiento de condena el cuñado del Rey puede solicitar su primer permiso penitenciario.
De momento, el marido de Cristina de Borbón acude dos días en semana al centro de voluntariado Hogar Don Orione, situado en Pozuelo de Alarcón para ayudar y colaborar en el centro de atención residencial para personas con discapacidad intelectual. Precisamente sus 'jefes' en esta institución le han otorgado muy positivas evaluaciones sobre su actitud, tal y como apunta la periodista Pilar Eyre, y es por ello que el tercer grado podría estar también más cerca de lo que se creía. Para ello, los citados documentos han de ser enviados a la Junta de Tratamiento y el preso debe solicitar las revisión de su caso, algo que este ente realiza cada seis meses, y solo así podrá acceder a la ansiada semilibertad.
De momento, se espera que su primer permiso de salida no se lleve a cabo hasta mínimo el próximo 18 de diciembre cuando cumpla 18 meses en la sombra, pues esa es la fecha "legal" para efectuar oficialmente el permiso, según fuentes de Eyre.
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