Ha sido una tarde intensa, intensísima para la Reina. Letizia (47 años) tenía dos actos muy distintos hoy pero no tenía tiempo para cambiarse entre uno y otro. Todo el mundo habla de lo mismo en Madrid, la Cumbre del Clima que se está celebrando en la capital española. Parece que la Reina se ha abonado al color negro, del que se ha vestido en sus tres últimas apariciones. Si ayer nos quejábamos de que iba en diciembre con una blusa sin mangas, esta tarde hablamos de un abrigo cerrado para un acto en interior.
Letizia ha presidido en IFEMA una conferencia sobre la Salud y el Cambio Climático, tema que conoce bien, ya que es una experta en estos dos temas muy presentes siempre en su agenda. El tema era 'Invertir en acciones climáticas para la salud: reducir las emisiones, limpiar nuestro aire, salvar vidas'. La experiodista va a tener el privilegio de ser la única persona de la Casa Real que va a poder participar en una de las jornadas de la Cumbre.
Parece que la esposa de Felipe VI (51) se ha abonado al color negro, del que se ha vestido en sus tres últimas apariciones. Si ayer nos quejábamos de que iba en diciembre con una blusa sin mangas, esta tarde hablamos de un abrigo cerrado para un acto en interior.
La cosa es que no era un tarde fácil, ya que necesitaba un 'look' que le valiera para dos cosas muy distintas: primero esta conferencia sobre el Cambio Climático y una hora y media más tarde los tradicionales premios del periódico ABC.
La Reina ha buscado una solución sencilla pero práctica, ha estrenado un abrigo nuevo, con botones de perlas, que podría ser perfectamente un vestido y debajo lleva el 'look' para la cena. La prenda exterior no se la ha quitado durante todo el tiempo que ha estado en el IFEMA, así que hemos tenido que esperar a la noche para ver lo que hay en el interior.
Cuando ha llegado al ABC y se ha deshecho del abrigo lo hemos entendido todo. No se trata de un vestido para llevar a una conferencia; de hecho, ni siquiera estamos seguros de que se trate de un vestido para una Reina. Pero eso a la nuestra, una mujer moderna y sin complejos, le importa entre poco y nada.
Se trata de un vestido negro palabra de honor que disimula ese escote con una capa de red negra que termina en flecos. Desde luego, un look del que se va a hablar mucho. Como complementos ha vuelto a calzar los salones de Manolo Blahnik y en la mano la cartera de Bottega Veneta, el modelo Knot, que cuesta 1.500 euros. Como joyas ha lucido unos pendientes de las joyas de pasar y el anillo de Karen Hallam.
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