La espontaneidad y la franqueza que caracterizaron a la infanta Pilar de Borbón en sus declaraciones públicas le hicieron ganarse la fama de ser la Borbón más campechana, locuaz y mediática, aunque ello le hizo verse envuelta en la polémica en más de una ocasión.
Aunque siempre arrancaba sus comentarios ante los periodistas con un "no hablo de mi familia", su verbo fácil le llevaba a opinar sobre asuntos relativos a los miembros de la Familia Real o al ámbito político. "Me pregunten lo que me pregunten, contesto lo que me da la gana. Ahora, con 83 años, no me corto un pelo", resumía la infanta Pilar su forma de ser.
Como muestra de su carácter directo, "Doña Pi", como era popularmente conocida, no tuvo reparos en reconocer que tenía cáncer de colon y que se sometió a una operación delicada en febrero de 2019 en la que le quitaron "metro y medio de tripa". "Eso es muy gordo. Mi médico es mago. Ahora vivo al día", aseguró la duquesa de Badajoz semanas después en una de sus apariciones para hacer gala de su fortaleza vital.
Aunque no rehuía los micrófonos, su genio le llevó a veces a descalificar las "chorradas" que le preguntaban los reporteros o los programas del corazón, de los que decía que eran "pornografía", porque "desnudan a la gente en público hablando de cosas que no conoce nadie".
Cuando se emitió la serie de televisión Felipe y Letizia en 2010, se indignó porque los personajes se parecían a los entonces príncipes "como un huevo a una castaña". "Es un horror. Sobre todo, porque conozco los originales", dijo la tía de Felipe VI (51 años) para desacreditar el serial.
Preguntada en un ocasión por Letizia (47), no dudó en afirmar que era "mucho mejor y más lista" que Lady Di y que estaba preparada para casarse con su sobrino y asumir que la vida en palacio era "casi como un convento".
Protectora siempre de su familia, se publicó que dio cobijo en su chalé de Calviá (Mallorca) a la infanta Cristina (54) y a Iñaki Urdangarin (51) cuando tuvo lugar el juicio del caso Noós y salió en defensa de la pareja mientras el proceso estuvo vivo. "Nadie es culpable hasta que los jueces no lo digan. Con lo cual, a callar", zanjó la pregunta de un periodista. Tras la condena a prisión de Urdangarin, "Doña Pi" se mantuvo al lado de su sobrina Cristina. "La pobre chica lo ha pasado mal", lamentó. A la hermana mayor del rey Juan Carlos (82) se le atribuye el que fuera la que confirmara el rumor del noviazgo entre la infanta y Urdangarin.
Tanto su casa de Madrid como la de Mallorca fueron puntos de encuentro familiares, como cuando cumplió 80 años y reunió a los reyes Juan Carlos y Sofía (81), a Felipe VI y a la infanta Elena junto al resto de su familia. De igual modo, era fiel a la comida de Navidad en el Palacio de la Zarzuela con los otros Borbones y a la misa previa.
Aunque tampoco le gustaba hablar de política, reveló su disgusto por el acuerdo de gobierno de coalición entre Pedro Sánchez (47) y Pablo Iglesias (41) cuando se conoció el pacto a los pocos días de celebrarse las elecciones del 10 de noviembre. "Los políticos en este país deberían ocuparse de España y no de sí mismos y de sus partidos. La mayoría están por ocupar un puesto y estar en la Moncloa como sea", se quejó en una entrevista.
Del desafío independentista de Cataluña que estalló en octubre de 2017 con el referéndum ilegal, admitió que era un asunto "complicado, difícil y doloroso" y que Felipe VI lo estaba pasando "muy mal".
La duquesa de Badajoz discrepó igualmente con la exhumación de Franco: "Para qué quitarlo de ahí. Es como si me dicen quite usted a Felipe II. Pues no, no me parece bien".
Lo que más quebraderos de cabeza le causó fue la polémica sobre la sociedad que tuvo en Panamá desde 1974 a junio de 2014, pocos días después de la proclamación de Felipe VI. "Me encuentro muy bien. El escándalo lo han montando ustedes. No tiene más que leer el comunicado, si sabe leer", le espetó a un reportero que le inquirió acerca de la controversia.
Presidenta de honor durante casi medio siglo de la asociación Nuevo Futuro, dedicada a acoger a menores sin familia, siempre soltaba alguna perla en la presentación anual del rastrillo benéfico de su ONG.
La reina Sofía fue una asidua al mercadillo solidario y también doña Letizia se apuntó varias veces, aunque la infanta Pilar reconocía que no era fácil que su sobrina política donara ropa: "Tiene un fachón que es una monada. Es una talla complicada. La mía, por gorda, y la suya, por delgada".
Aficionada a la comida picante, su temperamento la empujaba en ocasiones a contestar desairada si el asunto no guardaba relación con el acto al que asistía: "Qué tiene que ver con el deporte, coño, hombre".
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