Comienza su nueva vida, lejos de Palacio. Harry de Inglaterra (35 años) aterrizaba esta mañana en Canadá con una amplia sonrisa en su rostro. El nieto de la reina Isabel II (93) dejaba Londres para reencontrarse con su esposa Meghan Markle (38) y a su hijo Archie, a quienes no veía desde el anuncio de su retirada de la familia real. La pareja había estado separada desde hace 11 días.
El duque de Sussex había volado en British Airways al Aeropuerto Internacional de Vancouver y allí se subió a un pequeño avión de la compañía WestJet que le llevó al aeropuerto Victoria en la isla de Vancouver. Más tarde, Harry entraba directamente en un Toyota plateado que le esperaba, acompañado por cinco guardaespaldas, que le llevaría.
El príncipe, que eligió para la ocasión un abrigo acolchado, jeans azules y un gorro, se mostró, en todo momento radiante, la misma alegría que desprendía la duquesa. Un pasajero a bordo de su vuelo con la aerolínea British Airways le comentó al diario británico Mirror que Harry parecía "cansado y nervioso" y fue de los primeros en abandonar el avión. El príncipe portaba una mochila verde.
Todo apunta que en el coche que le recogió, en la parte trasera, le esperaba su mujer. La misma, que horas antes de su llegada, salía a pasear con el pequeño Archie, de ocho meses, y sus dos perros en Vancouver. La duquesa de Sussex fue seguida por dos guardaspaldas mientras caminaba por el Parque Regional Horth Hill, cerca de la exclusiva mansión que tiene la pareja en la isla de Vancouver donde han pasado la mayor parte del tiempo en los últimos meses.
La ex estrella de Suits, durante el paseo, charló con los guardaespaldas, a quienes sonrió y habló mientras caminaba, mientras se discutía si los contribuyentes británicos o canadienses pagarían la factura de protección personal de 3 millones al año de los Sussex.
Harry habló "no como un príncipe o un duque", sino como "la misma persona que muchos de ustedes han visto crecer en los últimos 35 años, pero con una perspectiva más clara", ha comenzado, "solo puedo imaginar lo que habrán oído y quizá leído en las últimas semanas... Así que quiero que escuchéis la verdad de mí".
El hijo del príncipe Carlos (71) explicaba el por qué de su decisión. Se produjo por los sucesos que habían ocurrido en los últimos años, y que habían llegado a esta convicción tras varios meses de conversaciones en el seno familiar. Harry señalaba que cuando se casó con Meghan estaban "emocionados y esperanzados". "Estábamos aquí para servir. Por esa razón, me produce una gran tristeza que hayamos llegado a esto", comentaba.
"La decisión de dar un paso atrás no la tomé a la ligera. Han sido meses de conversaciones después de tantos años de retos, y sé que no siempre lo he hecho bien, pero en lo que a esto se refiere, de verdad no había otra opción", ha confesado Harry.
"Nuestra esperanza era seguir sirviendo a la Reina, mi comandante en jefe, la Commonwealth y mis filiaciones militares, pero sin financiación pública. Desafortunadamente, eso no era posible", ha reconocido el nieto de la reina Isabel.
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