No es el 7 de febrero una fecha fácil para Carla Vigo (19 años), sobrina de la reina Letizia (47) e hija de Érika Ortiz. Tal día como ese, hace exactamente 13 años, se conocía la noticia de la muerte de la hermana pequeña de la entonces princesa de Asturias. Con su marcha, Érika dejaba tras de sí y rota de dolor a su hija, que en ese momento tenía tan solo siete años.
Pero, ¿qué suele hacer la familia cuando se acerca esta maldita efemérides para los Vigo Ortiz? ¿Recuerdan de alguna manera especial a Érika en un momento tan amargo? ¿Qué hará Carla Vigo este viernes? ¿Tiene previsto quedar con su tía Letizia, dado que la agenda de la Reina está totalmente despejada de actos para ese día? JALEOS tiene respuesta a todas esas preguntas.
Según ha podido conocer este periódico en exclusiva a través de fuentes próximas a la sobrina de la Reina, "para Carla, el 7 de febrero es un día traumático. La familia no suele hacer nada especial, aunque sí que es cierto que la recuerdan, eso está claro".
Al tratarse de un día laboral, según desvelan estas mismas fuentes, "Carla irá el viernes al instituto y después quedará con amigos. No es un día normal para ella, no es un viernes normal, ni su rutina será normal. Es un día duro. Irá a sus clases como hace todos los días y luego se reunirá con sus amigos, sus grandes apoyos en estos momentos".
El hecho de que la reina Letizia tenga despejada de actos institucionales su agenda oficial para este viernes ha provocado que algunos medios se preguntasen si lo hacía voluntariamente por llorar a su hermana o por ver y arropar a su sobrina.
Este diario puede corroborar que Carla no verá a su tía Letizia en el aniversario de la muerte de Érika, ni tampoco espera recibir una llamada suya. La esposa de Felipe VI (52) ha afrontado su semana más atareada en lo que va de año y el hecho de que el viernes no haya evento público nada tiene que ver con su vida personal.
De hecho, el año pasado en esta fecha exacta, Letizia, acompañada del Rey, presidía una de las reuniones con el Patronato del Teatro Real en Madrid. Si bien es cierto, para la ocasión seleccionaba un discreto vestido azul de Bottega Veneta con bordado de mariposas de distintos tamaños y nada de imposturas o excesos estilísticos.
Los mensajes de Carla a Érika
Algo que el entorno de Carla Vigo ha querido dejar bien claro a este diario es que la joven no hará ninguna alusión a su madre a través de sus redes sociales. Al menos de manera directa. "No quiere que le pase igual que el año pasado. Se montó una enorme cuando puso aquella carta en sus stories y este año quizá le dedique alguna canción bonita, algo que le guste y le recuerde a ella, pero no más", concluyen.
Efectivamente, hace justo 365 días, la joven estudiante de Bachillerato de Artes Escénicas dedicó una emotiva misiva a Érika Ortiz que rezaba lo siguiente: "A veces pienso qué te hicieron, yo sé que no eras tú y que si hubiese sido por ti no hubiese cambiado nada. El hecho es que cambió y yo pienso en ti todos los días y aunque a veces llore, pienso en ti de una forma alegre, en nuestros viajes, etc...", comenzaba el mensaje en recuerdo a su madre.
Y proseguía, "fue breve, sí, pero también fue intenso y vaya si fue intenso... Nos pasaron más cosas en seis años que a alguien en toda una vida", aludiendo, de alguna manera, a que sin haberlo planeado pasaron de ser una familia convencional a formar parte de la familia más mediática de España: la Familia Real. Y como conclusión, Carla señaló: "Hoy es un día triste para mí y te juro que sé que no te gusta verme triste y yo no lo estaría pero a veces pasa... Los humanos somos así. Te quiero".
Sin embargo, este viernes aunque sin pronunciar el nombre de su madre y sin ser siquiera sus propias palabras, Carla ha querido compartir un fragmento de una canción de Ocer y Rade titulada Eterno. "Y aunque me veas jodido te juro que voy a estar bien, perdóname me siento solo, sin salida, mis ojos llorando mi corazón no te olvida, mamá te echo de menos, mi corazón no te olvida, nos vemos en otra vida. Te fuiste para el cielo pero desde allí me cuidas", reza la canción.
Érika Ortiz y Antonio Vigo
Los padres de Carla Vigo, Érika Ortiz y Antonio Vigo, se conocieron cuando ambos estaban matriculados como estudiantes en la Facultad de Bellas Artes e iniciaron un romance después de que ella rompiera una relación con un cámara de Antena 3. Su relación, según desvelaron medios de la época, siempre estuvo marcada por los problemas económicos pero su amor mutuo y el hecho de compartir gustos como su pasión por el arte hizo que juntos vencieran todos aquellos fantasmas.
Érika, la hija pequeña del periodista Jesús Ortiz (70) y la enfermera Paloma Rocasolano (67), puso rumbo a Alemania con una beca Erasmus y continuó con su relación con Vigo a distancia. Superada esa fase temporal y concluido su curso en el extranjero, se quedó embarazada de su primera y única hija, Carla.
Por su delicada situación financiera, la pareja, que nunca contrajo matrimonio, decidió abandonar Madrid e instalarse en Asturias, patria chica de toda la familia Ortiz Rocasolano. Pero tan solo fue por un tiempo limitado, la vida les tenía preparado una noticia completamente inesperada.
El bombazo informativo que supuso el anuncio de la boda de Felipe de Borbón con la periodista Letizia Ortiz, hermana de Érika, provocó un ascenso fulgurante en la carrera la licenciada en Bellas Artes y pasó a convertirse en directora de comunicación de la revista Arte, propiedad del grupo editorial MFR. Fue en ese momento cuando Vigo y Ortiz se instalan en el piso de Valdebernardo, propiedad de la ya princesa de Asturias, que había hecho sus maletas y había iniciado una nueva vida intramuros del palacio de la Zarzuela.
En el año 2006, tan solo dos años después de la boda de Letizia, Antonio Vigo y Érika Ortiz se separan. Él se marcha de aquella casa y ella permanece viviendo allí hasta el último de sus días.
La muerte de Érika
El 7 de febrero del año 2007, España entera contenía el aliento con la noticia de la muerte de la hermana menor de la entonces princesa de Asturias. El cuerpo sin vida de Érika fue hallado en extrañas circunstancias en el citado piso de Madrid. Según confirmaron fuentes oficiales, Érika Ortiz se encontraba sola en casa aquella mañana. Algunos amigos y conocidos la intentaron llamar a su teléfono pero nunca hallaron respuesta. Según publicó Jaime Peñafiel (87), Érika estaba "angustiada por la presión mediática" que suponía "ser la hermana de Letizia".
Fue en torno a las 11 horas de la mañana cuando su cadáver fue encontrado por su entonces pareja sentimental, Roberto García. Este funesto acontecimiento no solo conmovió a la familia Ortiz Rocasolano sino también a los Borbón y Grecia, que no dudaron en anular cualquier tipo de compromiso en agenda para acompañar a Letizia en uno de sus momentos más duros.
La entonces princesa de Asturias, que se encontraba embarazada de su segunda hija, la infanta Sofía (12) decidió tener un gesto de cercanía con los medios bajo la abrumadora lluvia que azotaba Madrid aquel oscuro día: "Solo quería dar las gracias a todas las personas que se han sentido apenadas por la muerte de mi hermana pequeña", expresaba Letizia, completamente destrozada y apoyada en el brazo de su marido.
Una imagen histórica que mostraba por primera vez a la actual reina de España rota de dolor. Una instantánea que permanecerá para siempre en el recuerdo de todos.
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