Isabel II (93 años) ha mandado un mensaje de ánimo a los ciudadanos británicos para que se mantengan unidos ante la crisis generada por la pandemia del coronavirus. El comunicado, firmado por la Reina y publicado en las redes sociales de Casa Real, deja patente que la Familia Real está dispuesta a "jugar su parte" en la lucha contra la enfermedad.
"Así como Felipe (98) y yo hemos llegado hoy a Windsor, sabemos que muchos ciudadanos y familias a lo largo de Reino Unido, y alrededor del mundo, están enfrentándose a un periodo de gran preocupación y desconcierto", reza el escrito de la monarca.
"A todos se nos ha solicitado cambiar nuestras rutinas habituales y nuestra manera de vivir por el bien de las comunidades en las que vivimos y, en particular, para proteger con ello a los más vulnerables", ha continuado el documento.
"En tiempos como estos, recuerdo que la historia de nuestra nación se ha forjado por las personas y las comunidades que se mantienen unidas para trabajar como una sola, concentrando nuestros esfuerzos comunes para luchar contra un objetivo único", ha señalado la la Reina.
Isabel II ha aprovechado el comunicado para señalar la encomiable labor que están llevando a cabo el personal sanitario y de emergencia; al tiempo que hace un llamamiento a la responsabilidad individual de los ciudadanos británicos. "Estamos enormemente agradecidos por la experiencia y el compromiso de nuestros científicos, profesionales médicos y de emergencias, y de los servicios públicos; pero ahora más que nunca tenemos un papel vitalmente importante que jugar como individuos, tanto hoy como en los días, semanas y meses que vienen", ha explicado.
"Muchos de nosotros tendremos que encontrar en los próximos días una nueva forma de mantenernos en contacto y estar seguro de que nuestros seres queridos están a salvo. Estoy segura de que estamos a la altura de hacer este cambio. Podéis estar seguros de que mi familia y yo estamos listos para jugar nuestra parte", ha concluido.
El palacio de Buckingham ha dado a conocer el mensaje de la Reina este jueves, el mismo día en que se la ha visto abandonar el palacio de Buckingham (con su fiel Dorgi en su regazo) en dirección al Castillo de Windsor, ubicado en el condado de Berkshire (oeste de Londres).
Estaba previsto que la próxima semana la jefa de Estado británica se estableciese en en Windsor, pero su avanzada edad y la rápida propagación del coronavirus han propiciado que se adelante su traslado, según han explicado varios medios británicos.
El príncipe Felipe, por su parte, ha llegado a Windsor en helicóptero tras una temporada de descanso en Wood Farm, en el condado de Sandringham.
Durante el tiempo que dure este aislamiento la Reina continuará manteniendo sus reuniones semanales con el primer ministro británico a través del teléfono fijo. Una nueva forma con la que mantener una tradición ya asentada en la democracia de Reino Unido y que normalmente tiene lugar los miércoles en el palacio de Buckingham.
La semana pasada la Casa Real británica ya anunció que se había decidido cancelar los actos de la Reina por "precaución" ante el coronavirus. En un comunicado hecho público a través de sus redes sociales, el palacio de Buckingham señaló que habría cambios en los "compromisos de la monarca en las próximas semanas" y el resto de eventos serían "revisados de forma continua de acuerdo con los consejos apropiados".
Lo mismo ocurrió con el príncipe Carlos (71), heredero al trono, y su esposa Camilla (72), que a petición del Gobierno cancelaron la gira que tenían prevista entre el 17 y el 25 de marzo por Bosnia, Chipre y Jordania. "Debido a la situación que se ha desarrollado con la pandemia de coronavirus, el Gobierno británico ha pedido a sus altezas reales que pospongan su gira de primavera", aseguró un portavoz de la pareja real.
Más allá de los compromisos oficiales de la Familia Real, este mismo jueves se ha sabido que la crisis del coronavirus también ha afectado a la boda de Beatriz de York (31) con Edoardo Mapelli Mozzi (37), que tenía pensado celebrarse el próximo 29 de marzo en los jardines del palacio de Buckingham. Fuentes de palacio han comunicado que la princesa ha decidido cancelar la recepción y que barajan la posibilidad de celebrar una ceremonia privada con un grupo reducido de "amigos y familiares".
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