La Familia Real británica es de esas monarquías con grandes historias, hasta el punto de que tiene su propia serie en Netflix, The Crown. Pero hay anécdotas reales que cuentan los propios miembros royal cuya realidad supera la ficción. Es el caso de los sucesos que han tenido lugar en una de las antiguas propiedades de los exduques de Cornualles, Andrew y Camila Parker Bowles (72 años), y que ahora está puesta en venta.
Precisamente, la actual mujer de Carlos de Inglaterra (71) ha decidido colgar el cartel de 'Se vende' en esta vivienda campestre tras asegurar que se encuentra "embrujada".
Se trata de una espectacular casa señorial que se vende por 3,75 millones de libras, unos 4,1 millones de euros al cambio. Esta bonita casa de piedra en la campiña inglesa fue en su momento propiedad de Camila y su exmarido en la década de los 70 y que fue su residencia oficial durante varios años hasta justo antes de su separación.
La casa es tan popular que hasta tiene nombre, Bolehyde Manor. Está situada en el pequeño pueblo de Allington, en el condado de Wiltshire y tiene más de cinco siglos de antigüedad. Posee un interior majestuoso con grandes chimeneas clásicas, voluptuosas escaleras y muebles artesanales. Cuenta con ocho dormitorios, piscina y pista de tenis.
La propiedad abarca una extensa área que no solo tiene una vivienda principal, sino que se la completan diversas estancias y entre ellas tres casas de campo para invitados. También varias cabañas para el personal, una residencia de invitados y una cabaña en un árbol.Un total de 16 hectáreas de terreno.
El aire antiguo del palacete no es simulado, ya que las piedras que la componen datan en torno al año 1500 y el 1600. Pero además de su imagen principesca y de cuento de hadas, esconde varias historias que podrían ser el argumento para varias películas de amor o terror.
Esta vivienda suscita gran interés entre los poderes adquisitivos y amantes de la monarquía británica, ya que entre esas paredes se fraguaron los dos romances más sonados y controvertidos de su Corona. Se rumorea que fue en estas dependencias donde el príncipe Carlos logró conquistar a Lady Di; pero no solo eso, también apuntan los diarios ingleses que este lugar fue testigo de las primeras citas amorosas de Camila y el futuro Rey.
No obstante, lejos de los líos románticos, otro de los asuntos que llama la atención de los posibles compradores es un aspecto paranormal. Al parecer, la duquesa de Cornualles cree que en la vivienda habitan fantasmas -¿será Diana?- que se hacen notar siempre que ella se aloja allí.
Según indican los temores de Camila, los espíritus se deben sentir muy cómodos en la residencia principal rodeados de su ambiente rural y decoración clásica. La madera envejecida, las alfombras y las enormes y largas cortinas inundan las estancias como el salón y los cuartos de estar.
Como aristócratas y parte de la realeza más antigua de Europa, los exduques de Cornualles tenían un gran número de visitas, y por tanto, un respectivo equipo de servicio y personal al que acoger. Por eso, esta propiedad era la idónea para alojarlos a todos. Además de habitaciones de sobra para cada uno, la vivienda consta de amplios comedores y zonas donde acomodarse en grupo.
Además de lugares perfectos en los que relajarse y charlas detenidamente entre amigos, la casa de campo posee bodega, sala de juegos y múltiples rincones para el ocio que puede satisfacer los lujosos gustos de la alta clase británica.
Pero como buena vivienda asentada en el corazón del ambiente campestre, lo más destacado de este inmueble es su entorno verde. Posee grandes jardines donde se alojan decenas de tipos diferentes de plantas y flores. Además, tiene espacio para un coqueto huerto, un establo, fuentes y zonas infantiles.
Con todo este arsenal de lujos, no es de extrañar que los esotéricos inquilinos no quieran irse de allí...
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