Ariana Grande cumple esta semana 27 años. La joven artista acumula grandes éxitos a lo largo y ancho del planeta a pesar de su corta edad y es una de las estrellas con más seguidores en Instagram, 191 millones. Ese estatus le otorga privilegios y oportunidades que están al alcance de muy pocos, como el espectacular regalo que se ha hecho a sí misma aprovechando su próximo cumpleaños.
Mientras el resto de los mortales se dan caprichos como un prenda de ropa que supere los 100 euros o una cena en un restaurante de tres tenedores, la cantante se ha autorregalado una mansión en el distrito más exclusivo de Los Ángeles.
La viviendo que se acaba de comprar es de nueva construcción y está ubicada en la zona de Hollywood Hills. Para hacerse con ella se ha desembolsado 13,7 millones de dólares, unos 12,1 millones de euros al cambio actual.
Esta propiedad de obra nueva salió al mercado hace dos años por 25,5 millones de dólares, así que parece que la actriz y cantante ha logrado una buena rebaja desde su precio inicial.
Se sitúa exactamente en Bird Streets area, un lujo de ubicación desde el que goza de un entorno natural con vistas al agua cristalina. Es una edificación de estilo moderno y se levanta sobre tres plantas con balcones y terrazas para poder ver el océano desde las colinas de la meca del cine.
Con más de 920 metros cuadrados, tiene cuatro dormitorios y siete baños, amplia cocina, gimnasio, una zona para el bienestar, con sauna y spa, un lujoso bar y una bodega de 300 botellas en la planta baja.
Uno de los puntos fuertes y que aportan mayor espectacularidad a la vivienda son las ventanas del suelo al techo de casi 5 metros que presiden la mayor parte de las estancias, como el salón o incluso el baño principal. Esto no solo ofrece mayor luminosidad a las habitaciones sino que convierten una jornada en el sofá en una experiencia sobrenatural, sintiéndose casi en mitad de la naturaleza sin salir de casa.
Si existe una locura envidiable en el diseño de esta supermansión es la forma en la que está dispuesta la piscina. Todas las estancias de la primera planta se abren directamente a la piscina de borde infinito. Solo hay que abrir las cristaleras de cada habitación y dejarse caer al agua turquesa que bordeada toda la vivienda como un río de lujo interminable.
El diseño interior de este casoplón sigue unas líneas muy minimalistas, y reina el color blanco, gris y la madera. Además, es muy apreciable la presencia de cortes muy geométricos en la composición del mobiliario y la decoración. De lo que está compuesta la casa es de espacios limpios y abiertos, así como libres de cualquier obstáculo o elementos sin utilidad.
La cocina es un sueño para cualquier amante de los fogones y el baño principal sería la envidia de cualquier influencer con ganas de presumir cada día de sus jornadas entre espuma con increíbles vistas a su espalda.
Mientras la zona de la cocina es la más oscura de la mansión, debido a su larga isla en negro azabache y su madera tallada, lacada y uniforme; el baño es un paraíso nuclear, una oda al color blanco y el mármol, donde la indiscutible reina es la bañera ovalada de líneas redondas.
Y no es difícil imaginar a Ariana Grande llegando agotada de una larga gira de conciertos y buscar refugio en su nuevo hogar donde el lujo se respira en cada rincón. Sobre todo en su zona de descanso y relajación, o lo que es lo mismo, en sus estancias de sauna y spa; una al lado de la otra.
Sin duda, la compra millonaria de esta mansión ha sido una inversión muy acertada, y el mejor autorregalo de cumpleaños que se podía dar la mundialmente conocida artista. Porque ella lo vale.
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