Meghan Markle celebra este martes su 39 cumpleaños de una forma distinta a la de hace un año atrás. Hoy, la actriz se encuentra alejada de la realeza y enfocada en sus nuevos proyectos. Hace apenas unos meses, la estadounidense dejó su hogar en el Reino Unido para comenzar su nueva vida en Los Ángeles, tras un breve período en Vancouver, Canadá. Cambios que ha emprendido al lado del príncipe Harry (35 años) y su hijo Archie (1).
El pasado mes de marzo, Meghan Markle se mudó a su ciudad de origen y desde entonces vive en la mansión que tiene el actor Tyler Perry (50) en Beverly Hills, valorada en 15 millones de euros. Si bien ha mantenido un perfil mucho más discreto, tanto ella como el príncipe Harry se han dejado ver en alguna ocasión por las calles de Los Ángeles.
En cuanto al trabajo, la actriz retomó su vida artística para unirse al equipo de Disney. Aunque todavía no ha vuelto a aparecer frente a las cámaras, tras su salida como miembro activo de la Familia Real británica, Meghan Markle tuvo su primer acercamiento con las pantallas, al prestar su voz para Elephant, un documental basado en la naturaleza y los elefantes.
Además, se ha enfocado en las causas sociales, ayudando a quiénes más lo necesitan. Hace apenas unos días, de hecho, la protagonista de Suits donó casi 9.000 euros de las ganancias de su libro de recetas, Together, a una organización británica que ofrece clases de cocina impartidas por inmigrantes y refugiados.
En los últimos meses, Meghan no solo ha cambiado su trabajo, sino también su imagen. Así lo reveló en un encuentro virtual en el que animó a las jóvenes de todo el mundo a luchar por la igualdad y a convertirse en las líderes del futuro. Allí, lució su nuevo estilo. Ahora, lleva un look más sencillo y ha cambiado las ondas y los recogidos por la melena larga y lisa.
Muy cerca de los 'paparazzi'
Aunque es una vida distinta a la que llevaba en Reino Unido, hay una cuestión que Meghan Markle no ha podido cambiar: ser una de las protagonistas de la prensa. Y es que, si bien decidió alejarse de la Familia Real británica el pasado 31 de marzo, cada uno de sus pasos sigue siendo objeto de interés para los medios de comunicación. De ahí que su nombre continúe acaparando titulares alrededor del mundo. Una situación que disgusta a la actriz que, precisamente, renunció como miembro activo de la Casa Real de Inglaterra por la presión mediática.
Hace unas semanas, Meghan y Harry denunciaron la presencia de drones que volaban sobre su casa y cuyo fin era captar imágenes de la nueva vida de la familia. De hecho, la semana pasada salió a luz que la pareja puso una demanda en la corte suprema de Los Ángeles para evitar la publicación y venta de una fotografía de Archie, tomadas por un avión no tripulado mientras el pequeño jugaba en el jardín de su casa.
La relación de Meghan con su padre, Thomas Markle (76), ha sido otra de las razones que ha mantenido a la actriz en el foco mediático. Este tema, que fue una de las causas que propició la disputa de la mujer del príncipe Harry con la prensa británica, terminó en una demanda judicial que, de momento, acaba de perder la protagonista de Suits. Lo que la obliga a pagar más de 70.000 euros de costes. Además, según ha dejado claro su hermanastro, su progenitor agotará todas las vías legales para poder ver a su nieto.
Meghan Markle también ha acaparado titulares en las últimas semanas por la información que se desprende del nuevo libro real, Finding Freedom, donde se cuenta por qué la actriz y el príncipe Harry se alejaron de la Familia Real británica. En este texto, que saldrá a la venta el próximo 11 de agosto, hay un sinfín de detalles y anécdotas íntimas de la pareja.
No es de extrañar que Meghan Markle siga siendo un objetivo claro para la prensa. Y es que, más allá de ser una personalidad pública, conocida por sus trabajos en la pequeña pantalla y por haber formado parte de la Familia Real británica, hay que recordar que la actriz vive en una de los lugares con más cantidad de paparazzi.
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