Los Reyes finalizan este martes su estancia en Baleares, donde han protagonizado una agenda con más actos oficiales que otros veranos y con la que han pretendido trasladar una imagen de normalidad en su actividad en medio de la polémica por el paradero, aún desconocido, de Juan Carlos I (82 años). Regresarán a Madrid, pero la víspera Felipe VI (52) y Letizia (47) se desplazarán a Ibiza para apoyar también el turismo en esta isla.
Desde que el pasado 7 de agosto los monarcas llegaran a Palma junto a sus hijas, el Rey ha recibido en audiencia a diversas autoridades autonómicas y locales, entre ellas la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y junto a la Reina ha viajado a Menorca para apoyar tanto a su sector productivo como al turismo.
Toda esa actividad de los Reyes se ha enmarcado en su deseo de conocer de boca de los representantes de diversos sectores los efectos socio-económicos que está teniendo la pandemia de coronavirus, y se interpreta como una continuación de la gira por toda España que realizaron durante algo más de un mes.
Es por ello que la agenda de este año en Mallorca no ha tenido nada que ver con la de los años anteriores. Ya advirtieron los propios Reyes que la estancia en Baleares este 2020 sería para trabajar y reunirse con personalidades de las islas, pero sus hijas también han 'sufrido' tal responsabilidad.
Durante su veraneo en Palma y sus respectivos actos han destacado tres claves, que han servido para poner el foco sobre la Familia Real actual e intentar hacer olvidar las polémicas que atañan al rey emérito. Analizamos la estrategia que han seguido en las diversas apariciones públicas:
1. La fuerte presencia de Leonor, el futuro de la monarquía
Novedad de este verano ha sido la presencia de la princesa y la infanta en algunos de los actos oficiales y, de hecho, ha sido la primera ocasión en la que se las ha visto, por ejemplo, en un centro de ayuda a jóvenes en riesgo de exclusión y conversando con algunos de ellos. Se trata de un paso más en su progresiva incorporación a la agenda de Zarzuela.
Acompañados por la princesa Leonor (14) y la infanta Sofía (13), los Reyes han conocido sobre el terreno la labor de un centro de Palma que ayuda a jóvenes en riesgo de exclusión social y han visitado Petra, el municipio natal de fray Junípero Serra, para reivindicar el legado de este fraile franciscano fundador de misiones en California.
De esta forma, la primogénita de los Reyes ha estado en primera línea junto a los ciudadanos y jóvenes de la isla, como imagen del futuro de la monarquía, y como el 'escudo' más limpio de la Familia Real contra las polémicas del rey Juan Carlos.
2.- Sin posado oficial pero sin esconderse
La decisión de los Reyes de tomarse este año su estancia en Baleares como una continuación de su agenda de trabajo está motivando que, a diferencia de lo que ha venido ocurriendo habitualmente, todas las imágenes públicas de ellos y de sus hijas hayan sido en actos oficiales.
En Baleares están constatando el duro golpe de la Covid-19 en un sector vital para la comunidad como es el turismo, y el rey, en la reunión que mantuvo junto a la reina con representantes del sector primario menorquín, resumió lo que, a su juicio, ha supuesto la pandemia: "Un mazazo".
El coronavirus fue uno de los motivos por el que este año no ha habido el tradicional posado de los cuatro miembros de la Familia Real en Marivent.
Sin embargo, y de forma sorpresiva, los Reyes se han mostrado acompañados de sus hijas en varios actos, algo que no había ocurrido hasta el momento. De hecho, no han existido esta vez actos privados, se han querido mostrar en todo momento ante el público, sin esconderse y conversando con los curiosos y presentes.
3.- Letizia, de estreno estilístico cada día
El lunes, en su primera aparición por las calles de Palma, lució un vestido naranja coralino de estreno, para llamar la atención en su primer 'posado'. Y en las otras dos apariciones públicas ha optado por su uniforme favorito para el verano en las islas: el vestido blanco de estilo ibicenco. El martes lució un nuevo vestido de diseño camisero y nido de abeja, y el jueves optó por una pieza más naif de tirantes firmado por Uterqüe. Tres apariciones, tres estrenos.
Esta estrategia de renovar su armario justo en Mallorca, pone el foco sobre ella y por su apuesta de elegir el escenario mallorquín como lugar en el que lucir sus nuevas piezas. Como si fuera un gesto de lo mucho que apoya a las Islas Baleares en su impulso turístico, y acallar las voces que se quejan de lo poco que los Reyes han ayudado al sector balear.
Además, en todas sus apariciones, Letizia ha combinado su look con una Bolsa FQ, un complemento de estilo mallorquín cuyos beneficios de ventas van a la Asociación Catalana de Fibrosis Quística. Un detalle de la esposa de Felipe VI para mostrar su solidaridad con la causa haciendo un guiño al icónico diseño autóctono de la isla, el estampado de robes de llengües -telas de lenguas-.
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