La reina Sofía (81 años) ha reaparecido. Tras la marcha voluntario del rey Juan Carlos I (82) y conocerse el actual paradero del monarca hace apenas unos días, la atención recae en la madre del rey Felipe VI (52).
Desde su llegada a Marivent, acompañada de su hermana, Irene de Grecia (78), y su hija mayor, la infanta Elena (56), Sofía solo había sido captada en una ocasión, hace semanas, yendo de tiendas. Una salida que se produjo el día anterior a la llegada de los reyes, Felipe y Letizia (47), la princesa Leonor (14) y la infanta Sofía (13 años).
Pese a conocerse que la emérita se encontraba en la isla balear, ha sido la gran ausente en la agenda real de Mallorca. No se la ha visto ni compartir un paseo informal con sus nietas y la reina Letizia, como sí ocurrió otros años.
Ahora, tras la vuelta de los Reyes y sus hijas a la capital de España, la emérita ha vuelto a aparecer. Una salida donde los aplausos y los vítores no han faltado, convirtiéndola en el centro de todas las miradas. Con esta salida, es lógico plantearse si el motivo de esta ausencia temporal impuesta era el de no acaparar la atención mediática, atención que debía recaer en la Familia Real.
Así, se la ha podido ver pasear por las calles de Mallorca de manera relajada, acompañada de su hermana, la princesa Irene, su amiga Tatiana Radiwill (80) y el esposo de está, el doctor Jean Henri Fruchaud.
La emérita apareció como un viandante más, al igual que cuando fue captada yendo de tiendas, con un outfit informal. Ataviada con uno de sus tradicionales conjuntos fluidos de camisa y pantalón. Ella y su grupo de amigos decidieron detenerse en una terraza y merendar juntos -siguiendo, por supuesto, las mediadas de seguridad en todo momento-. Un té para Sofía, mientras conversaba con sus acompañantes.
Tatiana Radiwill, hija de Eugenia de Grecia y del príncipe polaco-lituano Dominico Raniero Rasziwill, es una vieja amistad de Sofía. Son primas, pues ambas son bisnietas del rey Jorge de Grecia, y mantienen un buena relación desde que ambas residieran en Sudáfrica durante el transcurso de la II Guerra Mundial. En muchas publicaciones y libros como los de Pilar Urbano siempre se la ha considerado su amiga más íntima, incluso fue dama de honor de la reina Sofía.
Desde entonces, Tatiana –al igual que su hermana Irene– ha sido un pilar fundamental para la reina en todos los malos momentos vividos. Por ejemplo, con su habitual discreción se la pudo ver en 2009 en la clínica Quirón cuando operaron al emérito.
Su hermana, su mejor amiga y el marido de Tatiana -quién también se ha convertido en un buen amigo de la Sofía- han estado siempre junto a la reina Sofía, convirtiéndose en dos de las personas de más confianza de la emérita. Y, ahora, en estos duros momentos no es de extrañar que se refugie y apoye en ellas.
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