Ante la pregunta de los periodistas de por qué este miércoles la reina Letizia (47 años) no acompañó al resto de la Familia Real al Colegio Santa María de los Rosales para dejar a Leonor (14) en su primer día, Zarzuela daba una razón sencilla y abrumadora. "Desde el colegio se ha pedido que solo acuda un padre por alumno para poder mantener las distancias de seguridad".
A todos les pareció una explicación lógica. Pero… si ni el rey Felipe VI (52) ni la infanta Sofía (13) se bajaron del coche, ¿no podría Letizia haberse quedado dentro con ellos como unidad familiar? La respuesta es sí. Entonces ¿por qué no fue la consorte este miércoles por la mañana a acompañar a su hija mayor en su primera jornada como estudiante de cuarto de la ESO?
La respuesta a esta pregunta estaba en el rostro de la esposa de Felipe VI en la mañana de este jueves en su último acto público. Letizia ha acudido a primera hora a una reunión interna con el equipo directivo de la Asociación Española Contra el Cáncer. Con cara seria ha entrado dentro del edificio sin mostrar ni una leve sonrisa. Es verdad que no estamos para grandes gestos de alegría, pero lo normal es que a los fotógrafos que la siguen cada jornada, les haga un gesto un poco amable. No ha pasado.
La razón es que la reina Letizia sigue disgustada por el tema de la entrada del colegio de la princesa de Asturias. Leonor comenzó el colegio sin la presencia de su madre y acompañada por su padre y por su hermana porque Letizia se quedó trabajando en su despacho de Zarzuela con un buen enfado. Ya sabemos que a la Reina no le gusta exponer a sus hijas más de lo necesario ante los medios de comunicación y ella consideraba que las fotos a la entrada del centro educativo no eran imprescindibles.
La discusión comenzó a finales de la semana pasada y todavía no ha sido resuelta. Mientras que Felipe VI consideraba que las fotos eran una buena idea para dar un mensaje de normalidad y seguridad a todos los padres españoles, para su mujer, la reina Letizia no lo era. La experiodista argumentaba que si su hija pequeña, Sofía, comenzaba dos días después, podrían esperar a ese día y aparecer los cuatro juntos, aunque los Reyes no iban a bajarse del coche en ningún momento. Finalmente, la opción del Rey fue la que se llevó a cabo con el consiguiente enfado de su mujer. Así que decidió quedarse en casa trabajando.
Todos conocemos la obsesión de la Reina por controlar su imagen y la de sus hijas desde que eran muy pequeñas. Sin duda, el caso más claro de intentar manejar todo lo que ocurre a su alrededor sucedió en la Catedral de Palma de Mallorca durante la Semana Santa de 2018 protagonizaron la ya famosa 'Crisis de las Reinas'. Ese momento que se quedará en la memoria nacional, tuvo lugar cuando la esposa de Felipe VI intento impedir que su suegra, la reina Sofía (81), se hiciera una foto con sus nietas porque ella decidió que no era ni el momento ni el lugar.
Pero además, Letizia controla todas las imágenes que se difunden desde dentro de la Casa del Rey. Los empleados del departamento de Comunicación tiemblan cuando desde Zarzuela hay que enviar una fotografía de un evento familiar ya que la Reina puede tardar horas en decidir cuál debe llegar a los medios de comunicación. Siempre tiene que ser la foto perfecta.
Este viernes comienza el colegio su segunda hija, la infanta Sofía. Veremos si a la Reina se le ha pasado el enfado y decide, aunque sea quedándose en el coche, acompañar a su familia en su vuelta a la ansiada rutina.
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